Jaime Nebot, alcalde de la ciudad que hoy celebra 191 años de independencia, se refiere a obras y problemas de Guayaquil, a la libertad de expresión y la inseguridad, entre otros temas.

Según el censo del INEC, Guayaquil dejó de ser la capital económica y eso ocurrió en la ultima década, durante su administración.
¿Usted cree sinceramente que Guayaquil no es la capital económica?

Lo dicen cifras del INEC
Bueno, el censo dice también que Guayaquil tiene menos agua y alcantarillado del que posee. El censo se basó en lo que la gente dijo mas no en aspectos técnicos. Pero saque usted al Estado central y a las compañías petroleras que producen en el Oriente y tributan en Quito y entonces comparemos peras con peras y veremos qué pasa.

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Incluso la tasa de desempleo en Guayaquil es del 9,6%
¿Adónde van los desempleados del país? Ellos vienen en gran medida a Guayaquil porque saben que hay oportunidades y servicios, si no no vendrían aquí.

¿Y eso es beneficioso o perjudicial para la ciudad?
Creo que toda migración es beneficiosa. Trae problemas, sí, porque demanda servicios y hay que estar preparado para eso. Pero en líneas generales es gente que viene a aportar, a trabajar, a gastar, tributar. Nueva York es fruto de la migración. Antes sí era un problema porque la capacidad de brindar servicios era menor a la migración, pero ahora superamos la demanda anual y por eso llegaremos al 2012 con el 100% de agua a la ciudad.

Pero eso tiene lógica porque ahora viene menos migración, como también lo dice el INEC.
Y si no se hace nada tendría el problema acumulado.

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También está el hecho de que mucha gente optó por ir a vivir a Daule, Samborondón...
El gran Guayaquil es como el gran Buenos Aires. La ciudad de la cual (Mauricio) Macri es alcalde tiene 2’500.000 habitantes, pero el gran Buenos Aires tiene 8 millones más. Independientemente de que se pongan barreras geográficas, Durán, Daule y Samborondón son parte del gran Guayaquil. Si no existiera el núcleo de Guayaquil, ¿cree que a alguien se le ocurriría ir a vivir a esos cantones?

¿Pero eso no significa menos rentas para la ciudad?
No necesariamente. Si usted vive allá el tributo a la propiedad es allá, pero si tiene oficina aquí tributa aquí, puede que desayune allá y almuerce acá, etcétera. Mire, cuando yo asumí en la ciudad el presupuesto era de $ 115 millones y ahora tiene cinco veces más presupuesto. Si eso no es crecimiento, qué es.

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Alcalde, el Municipio acostumbraba para las fiestas a inaugurar grandes obras como la terminal terrestre, autopistas y otras.
Aquí hay 291 obras, dígame cuáles son las chicas o las grandes. Solo en este mes se están licitando, contratando, ejecutando o inaugurando. Son obras de todo tipo, pero véalas (muestra un boletín con el resumen de obras).

Me refería a macroobras.
Fuente monumental de Guayaquil en el estero Salado, parque lineal de Barcelona, segunda fase del balneario El Varadero, puente peatonal sobre el estero Salado que une las universidades Católica y de Guayaquil, Ciudad Digital, que es internet gratuito para colegios, universidades y sitios públicos; firmaremos con la ONU el contrato de estudios que nos permitirá pronto asumir la matriculación, revisión, semaforización y control del tránsito; troncal 2 de la Metrovía... Son obras que valen decenas de millones.

En las últimas sesiones del Cabildo y en sus recorridos la gente le pide la reelección, ¿quiénes son?
Ya comenté eso. No voy a tocar el tema. No voy a nueva reelección, aprecio el cariño popular. Pregunte qué alcalde tiene aceptación del 90%.

Por ese aprecio que dice, ¿no reconsideraría esa decisión?
Yo habré cumplido mi etapa hasta el 2014. Habré entregado una ciudad mejor de la que recibí y eso que la recibí de un gran hombre y alcalde que tuvo el desafío de recibir un desastre en 1992.

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En cambio, el exalcalde de Ambato, Luis Fernando Torres (exPSC), al parecer quiere hacerle un pedido para que se lance a una candidatura presidencial en el 2013.
Ya dije que el país me interesa mucho, pero la presidencia no. La política partidista electorera me da asco.

¿Es definitivo?
Un hombre de palabra no tiene que andarlo repitiendo.

¿Por su liderazgo en el movimiento Madera de Guerrero se atrevería a sugerir un nombre para su sucesor en la ciudad?
Yo no tengo que sugerir a nadie. Al pueblo de Guayaquil le corresponde elegir a sus autoridades y al país a su presidente. Yo he trabajado como lo hizo Febres-Cordero, para que la gente madure y vote en función de sus intereses, no de los intereses de los candidatos. En el 2014 cumpliré 30 años de servicio en esta provincia y ciudad, a mí no me interesa cómo llegar sino cómo me voy y creo que hasta aquí lo he cumplido.

¿Cómo ve una probable candidatura de Guillermo Lasso para unificar la tendencia de centroderecha?
Él es un magnífico amigo, un hombre serio, decente, capaz y correcto. Pero ya le dije: no voy a hablar de política partidista.

Bueno, hablemos del tema de seguridad...
¿Qué de nuevo podemos hablar de ese tema?

Por ejemplo, la Corporación de Seguridad Ciudadana (CSCG) ha hecho una inversión muy importante en tecnología, pero no ha sido utilizada...
Mire, la Corporación de Seguridad Ciudadana es tan importante y tan bien funciona que ahora el Gobierno está haciendo un centro similar en Samborondón y nos pide firmar un convenio de cooperación. Hemos pasado de hace tres años cuando se decía que había que destruir a la CSCG a que resulta que sirve y sirve bastante. Medidas efectivas para combatir la delincuencia no se han tomado. Se habla de hacer un nuevo Código Penal, ¿de qué sirve crear más delitos y más penas, si las posibilidades de seguir libre después de asesinar, secuestrar o violar son del 99%? Y no lo digo yo, son publicaciones de la prensa.

¿Y desde el Municipio qué se propone?
Primero, hicimos mucho y con éxito y lo desbarataron; segundo, hoy la CSCG se revela como una herramienta necesaria y ahí está a la orden. Desde Samborondón se creará un centro regional de seguridad y el convenio apunta a que se amplíe el uso de esa tecnología. No se puede hacer política con la vida de las personas.

La inseguridad ha hecho que los ciudadanos cierren las calles y ciudadelas.
Es muy natural, pero choca con la apertura de vías de circulación, a nosotros nos gusta medir las cosas y hemos ido considerando –sin violar la ley– de que algunos casos procedan y en otros no. Cuando se trata de ubicaciones que no obstruyen el paso a otros sectores, nosotros hemos sido flexibles. Pero el remedio no está en hacer vallas sino en tomar medidas para que los asesinos reincidentes estén tras las rejas y no en las calles.

Usted lideró marchas y plantones, pero no hubo resultados.
No hay más sordo que el que no quiere escuchar, ni más ciego que el que no quiere ver. Lamentablemente, esa sordera y ceguera afecta la vida y bienes de terceros. No se trata de la seguridad del presidente, de los alcaldes, asambleístas. La seguridad es del ciudadano, no de la élite política.

Guayaquil se ha caracterizado por su histórica lucha por las libertades, su discurso ha sido de que desde el poder se lesionan las libertades, pero ¿qué acciones ha tomado al respecto?
Predicar con el ejemplo, respetar la libertad en todo sentido, entre ellas la de expresarse e informar, estamos contribuyendo con las explicaciones y actitudes a que la gente entienda que este no es un atentado contra el medio de comunicación, llámese EL UNIVERSO, que no es el único que está sufriendo esto, ni tampoco contra sus dueños ni sus periodistas, sino que es un atentado contra el pueblo. Cómo el hombre del estado llano se entera de las cosas, cómo se entera de una verdad no manipulada, cómo pide, cómo critica, cómo aplaude: a través de la prensa libre. Entonces, cuando la prensa libre desaparece, es maniatada, atemorizada, el que sufre es el ciudadano. Es un concepto que a nivel popular aún no se lo asimila del todo, pero hay avances. Hay que decir también que la justicia tiene gravísimas falencias, hay gente honesta pero también hay bastantes de los otros y estoy de acuerdo en que se los eche (...), pero no se remedia nombrando jueces a dedo.

¿De qué manera luchar?
En múltiples sentidos, ¿acaso ustedes (EL UNIVERSO) no lo están haciendo en las calles? Este no es un problema jurídico, si fuese así ya estaría resuelto, este es un problema de judicializar la política, que es otra cosa tan distinta pero tan mala como politizar la justicia. Entonces hay que luchar dentro del campo jurídico, en el comunicacional, en el de la acción popular, en el de las acciones.

Pero el tema de la censura en el Salón de Julio, críticos del arte también lo interpretaron como un atentado a la libertad de expresión.
¿Quién convocó y fijó las reglas en el Salón de Julio? El Municipio. Entonces, si quiere poner pornografía en su casa yo no me opongo, tienen la libertad de hacerlo, pero yo no voy a permitir el Salón de Julio para que se exhiba pornografía. Los críticos de arte tienen su opinión, pero no la comparto.

Hay un debate, más que todo en redes sociales, por los grafitis y murales en paredes.
Aquí todo el mundo tiene que pedir permiso. No puedo en mi casa pintar en la cerca lo que me dé la gana, aunque sea mi casa, tengo que pedir un permiso. Y no me refiero a contenidos sino a que si lo que quiero pintar es armónico con mi barrio o si no tengo quejas de los vecinos.

Hay un proyecto para asfaltar el 100% de la ciudad, ¿ya está definido? ¿Llegará la regeneración al 100%?
Sí, señor. Usted verá en las próximas semanas y meses. Ya estamos anunciando la pavimentación de Los Vergeles, Guasmo, Bastión Popular, el kilómetro 8½ (de la vía a Daule), Trinitaria. Esperemos que esa sea la meta después de muchos años. Ahora que toda calle de Guayaquil quede regenerada, creo que es una gran aspiración y que a eso hay que llegar, pero obviamente dentro de un programa. Hay que planificarlo, pero la meta es ir hacia allá, por supuesto.

Luego del 100% con que se cuente de agua potable y alcantarillado, ¿qué viene? ¿Legalizar lo que ahora son invasiones para darles también el servicio?
Hemos legalizado 180.000 terrenos para igual número de familias, están todos censados. Eso no es cuestión de decir legalizo porque legalizo. Un tema son personas que, estando censadas, no se han acercado al Municipio para obtener su escritura, siempre y cuando estén en las leyes 37 y 88, que nos facultan a legalizar; fuera de ellas, el Municipio no puede legalizar.