AFP
SEVILLA, España.- La millonaria duquesa de Alba, excéntrica octogenaria y la aristócrata con más títulos del mundo, se casa el miércoles en Sevilla con un funcionario 25 años más joven que ella tras haber superado la oposición de sus seis hijos con promesas de generosas herencias.

Sólo la familia y un puñado de allegados, entre 30 y 60 invitados, asistirán a la ceremonia en la capilla del Palacio de las Dueñas, lujoso cortijo construido en los siglos XV y XVI en el corazón de Sevilla, según la prensa española.

Asidua de la prensa del corazón española, la duquesa, conocida por no tener pelos en la lengua, había anunciado querer casarse con el apuesto Alfonso Díez, de 60 años, en la más estricta intimidad.

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Los medios de comunicación, que acudirán numerosos a la cita, no podrán franquear las puertas del palacio. Sólo el fotógrafo oficial de la duquesa podrá inmortalizar durante la ceremonia a María del Rosario Cayetana Fitz-James-Stuart, de 85 años, con su vestido de novia diseñado por la casa española Victorio & Lucchino.

Los dos modistos salieron satisfechos el martes del Palacio de las Dueñas tras hacer los últimos retoques al vestido.

"Todo muy bien, la duquesa está contenta", declararon a los periodistas que se agolpaban frente a la entrada.

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Negándose a dar más detalles del misterioso traje, que solo la duquesa ha visto, revelaron sin embargo que las flores para la ceremonia serán rosas y blancas.

Dos veces viuda, Cayetana de Alba, Grande de España, se había casado por primera vez en Sevilla en octubre de 1947.

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El patrimonio de la duquesa, que según el libro Guinness de los Récords es la noble con más títulos del planeta, está estimado por la prensa española entre 850 millones y 5.000 millones de dólares.

Para calmar las fuertes reticencias de sus seis hijos a su boda con Díez, la duquesa había decidido en julio repartir su herencia en vida.

Convencida de que a su novio no lo atrae su dinero, la duquesa afirmó en septiembre en una entrevista a la revista ¡Hola!: "Desde el principio ha dicho que estaba enamorado no de los títulos sino de la mujer que estaba en posesión de ellos".