Agencias
SANTIAGO.- Chile conmemora hoy 38 años del golpe de Estado, con el que, en ese entonces comandante en jefe del ejército, Augusto Pinochet, derrocó a Salvador Allende, el primer mandatario marxista electo en el mundo por el voto ciudadano, que llegó al poder en 1970 tras cuatro intentos y se dispuso a construir el socialismo.

Allende planteó cambios como la reforma agraria con la cual se desamortizaron las tierras que eran acaparadas en un 85% por los terratenientes que representaban el 7% de la población. Lo que dio origen a los inicios del golpe.

Diversos grupos, entre ellos de extrema derecha organizados en el Partido Nacional se unieron al ala más reaccionaria del Ejército chileno y de la Policía Nacional, bajo el mando de Pinochet, que era el segundo hombre en jerarquía después de Carlos Prats, leal a Allende y que cayó por las presiones de la reacción.

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El golpe fue planeado por un sector de la Armada de Chile y los EE.UU., luego se sumaron generales de los altos mandos de las Fuerzas Armadas y de Carabineros. También hubo influencia de grupos de poder nacionales e internacionales.

El golpe se consumó con la sublevación militar, al mando de Pinochet en el bombardeo al palacio de La Moneda donde murió Allende. Comenzó entonces una dictadura marcada por acciones violentas.

Según estimaciones, unas 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de las que 1.192 permanecen como desaparecidas. Más de 28.000 opositores fueron torturados, según datos oficiales, y alrededor de 300.000 debieron exiliarse por razones políticas.

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Antes de su muerte a los 91 años, en el 2006, Pinochet era procesado por algunos de los crímenes de los que se le acusaba. La Caravana de la Muerte, la Operación Cóndor o la Operación Colombo eran algunos de los nombres de las campañas de represión de opositores.

En el asalto a La Moneda Allende se quitó la vida de un disparo en la barbilla el 11 de septiembre de 1973, concluyeron los análisis tras una tercera exhumación para investigar las causas exactas de su muerte.

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El pasado jueves, por tercera vez, los restos del expresidente fueron enterrados en una ceremonia privada. Tras el golpe, el cadáver de Allende fue sepultado de noche en un cementerio de Viña del Mar, donde permaneció hasta 1990, cuando una vez recuperada la democracia fue trasladado a Santiago y sepultado con honores.

Familiares de las víctimas del golpe convocaron hoy a una marcha para un homenaje.