EFE-REUTERS
WASHINGTON.- El huracán Irene comenzó a azotar ayer con lluvias y oleajes la costa atlántica de EE.UU., con vientos de hasta 168 kilómetros por hora y la amenaza de apagones para al menos 65 millones de personas, mientras el gobierno insiste en su mensaje de cautela y preparación.

Según el Centro Nacional de Huracanes, Irene llegó a los Outer Banks de Carolina del Norte  y continuará hoy su peligroso rumbo hacia Nueva York, donde unas 250.000 personas fueron evacuadas de las zonas costeras.

La NASA indicó que el diámetro del huracán, que se mantiene en categoría 2 es de unos 800 kilómetros, lo que equivale a un área que abarca al menos una tercera parte de la costa este de Estados Unidos.

Publicidad

En las Carolinas se reportaban crecidas y olas de hasta 3 metros en los bancos paralelos a las costas, y millares de personas se habían quedado ya sin electricidad.

El  presidente Barack Obama advirtió ayer que el ciclón puede causar grandes daños en su recorrido por las zonas costeras del este del país, por lo que pidieron que las personas tomen medidas de precaución.

"No esperen ni se demoren... si reciben instrucciones de marcharse, por favor, háganlo", dijo Obama, quien  adelantó el  regreso de sus vacaciones, previsto inicialmente para hoy.

Publicidad

Al señalar que todo apunta a que este será un huracán "histórico", Obama recomendó que los estadounidenses elaboren un plan, tengan a mano botiquines de emergencia y se familiaricen con las rutas de evacuación en sus respectivas zonas.

El administrador de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias, Craig Fugate, advirtió de posibles apagones "que se prolonguen días, quizá hasta una semana o más, muchas lluvias e inundaciones, y fuertes vientos".

Publicidad

Las autoridades emitieron alertas para buena parte de la costa atlántica, desde las Carolinas hasta Massachusetts, porque Irene podría ocasionar pérdidas de miles de millones de dólares.

Las autoridades de Nueva York, estado  también declarado en emergencia, ordenaron la evacuación obligatoria de todas las áreas de la ciudad ubicadas al nivel del mar, lo que involucra a  más de 250.000 personas Además, se  cancelaron todos los servicios de transporte para hoy. "No lo estaríamos haciendo ahora si no creyéramos que esta tormenta tiene el potencial de ser muy seria",  expresó el alcalde Michael Bloomberg.

Irene  ha causado ya  las cancelaciones de  unos mil vuelos. Además se teme que  podría hacer aumentar los precios del petróleo crudo si afecta refinerías en Delaware, Nueva Jersey, Pensilvania y Virginia, que producen casi el 8% de la gasolina y el diésel en la nación.

En el Caribe, el paso del huracán dejó 6 muertos y causó pérdidas por $ 1.100 millones, según compañías de seguros.

Publicidad