QUITO
.- En la mañana de ayer, Sandy Patch y Rodrigo Donoso pasaron por la parroquia Tambillo, en el sur de Quito. Lucían cansados y optimistas porque la meta estaba cerca.

Tenían previsto llegar a las 18:00 a la estación de Chimbacalle, ubicada en el sur de la capital, después de recorrer 466 kilómetros, un promedio de 33 kilómetros diarios.

Patch, de 26 años, sigue los pasos que dio su tatarabuelo, John Harman, quien fue dueño de la compañía estadounidense que construyó el ferrocarril Guayaquil-Quito a inicios del siglo XX. Su meta es recolectar fotografías de la ruta para publicarlas en un libro al que titulará El antes y el después del ferrocarril ecuatoriano: el tren de los sueños con el paso del tiempo.

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Hace catorce días, Patch, quien es un cineasta y fotógrafo independiente nacido en Nueva York (Estados Unidos), inició una caminata desde el puente de Durán, siguiendo la línea férrea. Lo ha acompañado el guía turístico Donoso, ecuatoriano de 55 años.

La idea del proyecto empezó en 1990, cuando la bisabuela de Sandy, Gertrud Harman, falleció y en el ático de su casa la familia halló un tesoro, un baúl que contenía más de 1.000 fotografías tomadas entre 1901 y 1902, que retratan la construcción del ferrocarril, así como documentos de la obra y de las costumbres de esa época.

Hoy, Sandy busca los sitios exactos desde los cuales se tomaron esas imágenes para fotografiar unas idénticas 110 años después y ofrecer una mirada de la evolución del ferrocarril. Piensa publicar 35 de ellas en el libro que será promocionado en Estados Unidos y Ecuador.

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En su mochila lleva un libro que tiene impresas 100 fotos antiguas. Están plasmados varios lugares emblemáticos de Guayaquil, Quito y de los poblados por donde pasaba el tren.

Algunas gráficas ya fueron publicadas en el 2008, un siglo después de la llegada del ferrocarril al Ecuador. La mamá de Sandy, Katherine Brainard, editó un libro con la colaboración de la Corporación de Estudios Universitarios (Codeu). Se tituló Tren en el cielo.

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La familia quiere donar todo ese material para que se levante un museo en la estación ferroviaria de Huigra (un poblado ubicado entre Alausí y Bucay) en el cual se proyecte la historia del tren. Donoso cuenta que entregó una propuesta del proyecto al Ministerio de Turismo (Mintur) hace tres meses, pero que aún no tiene respuesta.

Este es el segundo trabajo de Sandy en el país. Antes realizó, también con la ayuda de Donoso, un documental de Baltazar Ushca, el último hielero del Chimborazo. El filme se presentará en enero. Su realizador busca un festival internacional para presentarlo.

Asimismo, Patch presentó una propuesta al Mintur para hacer un museo acerca de la labor de los hieleros en la estación ferroviaria Siberia, ubicada entre las provincias de Tungurahua y Chimborazo, a un kilómetro de la vivienda de Baltazar Ushca.

El objetivo, señala, es que la familia tenga una microempresa que le permita mantener su tradición transmitiéndola a los hijos del hielero. El proyecto cuesta $ 52.000.

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Patch cree que la historia de la empresa de su tatarabuelo, la Guayaquil & Quito Railway Co., marcó la historia del Ecuador, y por eso quiere compartirla. Por ello prevé permanecer en Quito hasta octubre próximo cuando venga al país su madre, Katherine Brainard.

Construcción

La construcción del ferrocarril se inició en 1871. La obra se inauguró el 25 de junio de 1908, en el cumpleaños del entonces presidente Eloy Alfaro.

El empresario

El dueño de la constructora, John Harman, falleció en Huigra en 1907. No vio la finalización de la obra. Sus restos están perdidos, pues el cementerio donde fue enterrado se lo demolió para el paso de una carretera. Su nieto busca los restos.