Con la reincorporación del volante Édison Méndez, que participó en la gira de la Tricolor por Norteamérica, Emelec completó ayer su plantel para visitar mañana a Liga de Loja, en el estadio Reina del Cisne, cuando se reanude el torneo.

El imbabureño trabajó bajo las órdenes del técnico Juan Ramón Silva en el Capwell, y aunque no fue parte del equipo titular espera estar en el duelo ante los lojanos, al que calificó como una final.

“Nosotros debemos ganar los dos partidos que nos faltan (ante los universitarios lojanos y los policías). Primero pensamos en Liga y después en Espoli; lo único que queda es ganarles, no hay otra opción”, manifestó Méndez.

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Al recordársele si Emelec depende de otros resultados (los tres partidos que debe jugar el puntero Liga de Quito) para adjudicarse la primera etapa, el futbolista azul prefirió no hablar del tema. Insistió en que “son dos finales las que tenemos y hay que ganarlas”.

Por su parte, el defensor Marcelo Fleitas, que sería titular millonario, aceptó que los eléctricos “ya no dependemos de nuestros resultados” para ganar la primera etapa.

“Solo nos queda ganar nuestros partidos, tenemos posibilidades (de acabar primeros) pero debemos esperar que ellos (los albos) no sumen en cualquiera de los tres partidos que les falta”, indicó Fleitas.

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Respecto del duelo ante los lojanos, el zaguero central uruguayo-ecuatoriano confía en que Emelec pueda llevarse un triunfo como visitante.

“Estos partidos decisivos son lindos, creo que tenemos un buen equipo y confiamos en ganar”, agregó Fleitas.

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Clausura de oficinas
Cerca de las 11:00 de ayer, dos delegadas del Municipio de Guayaquil fueron al Capwell con dos sellos de clausura que colocaron en la puerta de la oficina administrativa del club.

Explicaron que Emelec tiene atrasos en el pago del “impuesto al espectáculo público” y en los sellos se agregaba el “incumplimiento de compromiso adquirido”, así como el término de “reincidente”.

Margarita Ordeñana, delegada municipal, junto con una asistente acudieron hasta las oficinas del Capwell y solicitaron hablar con un directivo millonario, pero después de varios minutos de espera y sin recibir respuestas colocaron los sellos de clausura a las oficinas.