Por Jorge Barraza (jbarraza@sinectis.com.ar)
.- "Todos los días me levanto soñando que Batista se equivoca y me cita a la selección", ironiza Alberto Costa. ¿Quién le dice que no.? Tiene derecho a ilusionarse, la suya es una vida de película. Y con final feliz. El arco de su insólita trayectoria muestra en una punta el comienzo en un clubcito amateur de la Isla Guadalupe; en la otra, el luminoso presente en el Valencia español.