QUITO
.- "Te extraño mucho mi flaco. Ya no aguanto esta vida sin ti, así que decidí hacer algo para juntarnos", dice entre otras cosas textualmente una de las cuatro cartas que escribió Graciela Salazar, una cuencana de 24 años, quien decidió quitarle la vida a sus dos hijos, de 9 y 3 años, poco antes de ingerir veneno para suicidarse.