AP
CHRISTCHURCH, Nueva Zelanda.- Christchurch, una de las ciudades más grandes de Nueva Zelanda, quedó en ruinas ayer, arrasada por un terremoto de 6,3 grados que derribó edificios altos e iglesias y mató al menos a 65 personas.

El sismo rompió un enorme trozo de hielo de un glaciar a 200 km al este de esta ciudad.

Entre 100 y 200 personas, entre ellos una decena de estudiantes japoneses, estaban atrapados bajo los escombros y rescatistas con perros recorrían la ciudad en busca de sobrevivientes, algunos de los cuales pudieron enviar mensajes de texto o hacer llamadas telefónicas debajo de los escombros.

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Fue el segundo terremoto en cinco meses que afectó a Christchurch, una ciudad de 350.000 habitantes. El 4 de septiembre otro terremoto de mayor magnitud, 7 grados, causó pocas víctimas, esto debido a que el sismo de ayer se dio a poca profundidad.

"Estamos ante un escenario de absoluta devastación", dijo el primer ministro, John Key.

La torre de la conocida catedral de la ciudad cayó a una plaza céntrica, edificios de muchos pisos se derrumbaron y dejaron las calles llenas de ladrillos y trozos de concreto.

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Se abrieron grietas en calles y aceras, por las que deambulaban miles de personas aturdidas, ensangrentadas y llorando a gritos, en medio de los bocinazos y las sirenas. Los servicios de ambulancias se vieron superados y se vio a personas gravemente heridas, transportadas en autos particulares o en camillas improvisadas.

El alcalde de Christchurch, Bob Parker, declaró estado de emergencia y el aeropuerto interrumpió sus actividades mientras el hospital fue evacuado. Cables de electricidad y teléfono habían caído en algunas partes y las tuberías del servicio de agua potable se reventaron e inundaron calles. Vehículos estacionados al costado de las aceras, entre ellos dos autobuses, quedaron enterrados bajo los escombros.

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Algunas personas quedaron atrapadas en edificios de oficinas y los bomberos debieron evacuarlas usando escaleras para ir a un lugar seguro.

El Servicio Geológico de EE.UU. dijo que el sismo tuvo su epicentro a 5 kilómetros de distancia de la ciudad y apenas a 4 km de profundidad.