La espera para pedir una consulta médica en el área de ginecología del hospital de Daule molesta a Lucrecia Quinto, de 45 años. “Llegué a las ocho de la mañana y tengo que esperar hasta las dos de la tarde”, protesta Quinto.

Mientras, Magdalena Cortez, de 38, lleva a su hija Joselyn, de 8, a consulta externa pues tiene fiebre y tos desde hace tres días. “A ella ya la atendieron y le dieron el remedio para la gripe aunque hubo otros que compré afuera”, dice la madre.

Para Paula Briones, de 62 años, “la atención es buena” porque si alguien tiene una emergencia sí le dan los primeros auxilios en consulta externa. Sin embargo, una de las principales necesidades de esta casa de salud es la falta de camas, según lo explica su director Jimmy Quintanilla.

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El funcionario asegura que a este hospital acuden pacientes de cantones cercanos como Salitre y Nobol por lo que requiere duplicar las quince camas que actualmente tiene. Según la proyección del INEC para el 2010 estaba previsto que Daule tenga 100 mil habitantes.

A más de la escasez de camas también se requieren más médicos. Quintanilla señala que ha pedido a la Dirección Provincial de Salud el envío de personal del Equipo Básico de Salud (EBAS) para complementar la atención primaria.

Esta falta de especialistas fue lo que reclamaron Líder Quiroz y Katty Martínez, de 42 y 36 años. Martínez necesita una operación pero no hay anestesiólogo. Quintanilla dice que el especialista está de vacaciones por una semana “porque está en un curso de actualizaciones” y que pronto se reintegrará.

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Mientras tanto, pacientes como Verónica Reyes, de 29 años, quien también requiere de una cirugía menor, debe esperar hasta su regreso.

La falta de medicinas es otro reclamo constante en el hospital, así lo expresa Briones, una paciente con diabetes. Para ella, después de haber hecho una larga fila, le informaron que no tienen sus medicamentos para mantener estables sus niveles de azúcar en la sangre.

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“A veces gasto 40, 60 u 80 dólares en comprar las medicinas para la diabetes y el colesterol”, dice Briones.

Mariela González, de 34 años, hija de Briones, lleva a su madre a una terapia respiratoria, pues está con gripe.

La mascarilla la compró afuera porque en el centro médico no tenían para adultos, solo para menores. A ella también le tocó adquirir el Flumucil en ampollas para la terapia.

Pedro Barzola, de 37 años, no consiguió el medicamento que su doctor le recetó a su hija para combatir los cálculos que tiene en los riñones.

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Quintanilla niega al principio que falten estas medicinas y sostiene que “a algunos pacientes no les gusta hacer fila para retirarlos y dicen que no hay”.

Sin embargo, después de llamar a la farmacia de ese hospital reconoce que hay medicinas que todavía no han llegado pero que sí hicieron el pedido.

El director expresa la necesidad de ampliar la casa de salud, puesto que la población ha aumentado en los últimos años y además debe recibir a pacientes de otros cantones cercanos.

Por eso se trabaja en un proyecto para la construcción de un nuevo hospital.

Para que se construya el nuevo hospital, dice Quintanilla, primero se deben terminar los estudios y conseguir un terreno. Además, se prevé remodelar y ampliar los seis subcentros de salud de Daule.

Blanca Méndez, de 50 años, dice estar cansada de “pasar el tiempo” por una cita. Por eso espera que pronto lleguen los nuevos médicos para que la atención se agilice en el área de consulta externa.

Quintanilla indica que a diario en esta casa de salud se recibe a un promedio de 90 pacientes, 30 de emergencia y 60 de consulta externa.

Los dispensarios y subcentros de salud que brindan atención primaria también fueron incluidos en la emergencia sanitaria mediante el decreto 618 que señala: “Se declara el estado de excepción sanitaria en todas las unidades operativas del Ministerio de Salud”.

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