Un helicóptero sobrevuela la isla Rábida, en el archipiélago de Galápagos, y deja caer miles de pastillas de veneno para eliminar ratas, una plaga que amenaza principalmente a las aves endémicas que habitan en este pedazo de suelo agreste, lleno de cactos y arbustos grises similares al muyuyo, que se halla entre aguas del Pacífico sur.