El 7 de junio del 2007, Alfonso Harb ya fue presidente de Barcelona, nombrado por una asamblea de socios que él convocó para pedir la salida de Galo Roggiero, quien manejaba el club en ese año. Duró poco, ni un día, porque el directorio no reconoció ese proceso, y el Pocho optó por “dar un paso al costado”. Pero en el 2009 volvió como titular de la Comisión de Fútbol en la administración de Eduardo Maruri, a quien hoy finalmente termina reemplazando tras la inestabilidad que sufre la directiva canaria.