Por Jorge Barraza (jbarraza@sinectis.com.ar)
.- Ríos de cerveza y de vino inundan las calles de Barcelona. Los cantos acabarán con el alba. O tal vez sigan, quién sabe. Ha de ser uno de los lunes más festivos de la historia de Cataluña. El Barça, blasón de la región autónoma, vapuleó, gozó y ridiculizó al Real Madrid reduciéndolo a una expresión ínfima, vulgar. El 5-0 es un decoroso manto de piedad para el equipo blanco: en verdad debieron ser 8 o más los goles de diferencia.