La encuesta del INEC también registra que en la Costa se duerme más. Esto es independiente de la edad y de cuál sea la actividad de sus habitantes.

Así también señala como dato preocupante, según el director del INEC, que tan solo el 25,8% de los menores de entre 12 a 18 años dedican tiempo a hacer deporte, cifra que decrece en la edad adulta.

El psicoanalista Juan Althaus indica que no supone un criterio implícito que todos los jóvenes deberían hacer deporte. El sociólogo Napoleón Velástegui anota: “Este dato debe ser procesado en varios niveles comenzando por el educativo hasta la propia estructura social de base, ya que una de las consecuencias de las disminución de la actividad física, está directamente relacionada con el sobrepeso y el surgimiento de enfermedades como la diabetes, hipertensión, entre otras causas”.

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En los resultados de la Encuesta Uso Tiempo no se indica si los ecuatorianos dedican tiempo a leer. Según el director del INEC esto no era una exclusividad dentro de la consulta. No obstante, dice que en el indicador que señala el tiempo que los ecuatorianos dedican al uso de la internet el objetivo era conocer si la población va adquiriendo hábitos de lectura. “En particular los jóvenes están destinando buena parte de su tiempo libre a este tipo de comunicación”.

Los sitios de accesos a internet que consideraron fue en viviendas y cabinas, y se encontró que en la Sierra es donde más tiempo le dedican a esa actividad.

“Los datos arrojados por la encuesta debemos entenderlos en el contexto y dinámica del desarrollo social, tecnológico, económico, político y religioso actuales. Es decir, hay tiempos irrecuperables. Tiempos que no podemos eludir y que debemos cumplirlos con responsabilidad y disciplina: horas laborales, en los centros de formación académica, en casa para investigar y estudiar, para dormir. Más o menos son los grandes rubros de nuestro tiempo”.

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Otro de los resultados de la EUT es que las familias ecuatorianas dedican más tiempo a ver televisión que a compartir en familia. “El espacio dedicado para compartir con la familia y el destinado para ver televisión, se los considera aislados de manera absoluta, aunque en la realidad, por el mismo hecho que la mayoría de los hogares no poseen varios televisores, el mirar televisión es una actividad que realiza la familia en conjunto”, analiza el sociólogo Velástegui.

En tanto, el doctor Althaus manifiesta que el que se dedique más tiempo a ver televisión en la familia es solamente el resultado de que vivimos un mundo globalizado donde lo principal es la cultura por la imagen.

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“El reino de la imagen embrutece al ciudadano. Prefiere ver que pensar o conversar. Se sustituyen las relaciones entre las personas en cuerpo presente, con relaciones virtuales”, concluye el psicoanalista Juan Althaus.