AFP-REDACCIÓN
CIUDAD JUÁREZ.- El Diario, un periódico de Ciudad Juárez, en el que trabajaba Luis Carlos Santiago, un fotógrafo de 21 años, asesinado el jueves pasado, publicó el domingo un mensaje dirigido a los carteles de la droga en el que pregunta: '¿Qué quieren de nosotros?' La tregua que el rotativo pide a narcotraficantes evidencia el alto grado de intimidación que ejercen los carteles de drogas sobre la prensa mexicana.

En el editorial, titulado '¿Qué quieren de nosotros?', El Diario reconoce a los narcotraficantes como "las autoridades de facto en esta ciudad", la más afectada por la lucha contra el narcotráfico y epicentro de una guerra entre los carteles de Sinaloa y Juárez que deja unos 2.000 muertos en lo que va del año.

El rotativo recuerda que José Armado, también periodista, fue asesinado en el 2008.

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A continuación extractos del editorial: "Señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza de Ciudad Juárez: la pérdida de dos reporteros de este diario en menos de dos años representa un quebranto irreparable para todos los que laboramos aquí y, en particular, para sus familias.

"Hacemos de su conocimiento que somos comunicadores, no adivinos. Por tanto, queremos que nos expliquen qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos.

"Ustedes son, en estos momentos, las autoridades de facto en esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo. Frente a esta realidad inobjetable, nos dirigimos a ustedes para preguntarles, porque lo menos que queremos es que otro más de nuestros colegas vuelva a ser víctima de sus disparos.

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"Ya no queremos más muertos. Ya no queremos más heridos ni tampoco más intimidaciones. Es imposible ejercer nuestra función en estas condiciones. Indíquennos, por tanto, qué esperan de nosotros como medio. Esta no es una rendición. Como tampoco significa que claudicamos al trabajo que hemos venido desarrollando. Se trata de una tregua para con quienes han impuesto la fuerza de su ley en esta ciudad, con tal de que respeten la vida de quienes nos dedicamos al oficio de informar".