Sin duda toda sociedad que se respeta debe respetar a sus jubilados. Es un principio humano indiscutible, no podemos por ejemplo ver a mujeres mayores en las esquinas intentando sobrevivir. Pero también debemos mantener presentes los costos del sistema. Algunos pretenden que esa visión economicista es inaceptable porque el sistema debe funcionar cueste lo que cueste; suena bonito pero es una falacia porque bajo esa lógica se puede llegar a una situación inmanejable con un sistema tan costoso para el conjunto de la sociedad, en la que los propios jubilados se ven engañados, ya sea porque no encuentran durante su vida activa trabajo que les permita preparar su jubilación, o al jubilarse reciben mucho menos de lo prometido. Una forma de irrespeto a los jubilados es engañarles sobre su futuro.

Hay factores a tener presentes.

1) El sistema actual se nutre de los aportes de los trabajadores para las pensiones (alrededor del 10% de los salarios) más el 40% que aporta el Estado (todos nosotros vía impuestos).

2) Esto sirve para atender a los actuales jubilados y, como sobra dinero (porque hay más trabajadores que jubilados, pero eso va cambiando), para crear un fondo queayude a las jubilaciones futuras.

3) Proyectando hacia adelante (siempre subjetivo), hay un déficit de unos 5.000 millones de dólares (ojalá el IESS diera cifras oficiales como manda la ley), es decir que los pagos futuros por jubilación superan el dinero para entonces disponible (aportes futuros de los trabajadores más uso del fondo hoy constituido).

4) Ese fondo (actualmente unos 7.000 millones) se invierte en diversos mecanismos con el fin de preservar su seguridad (ese dinero no se puede perder) y rentabilidad (debe crecer suficientemente para que los jubilados futuros sean bien atendidos).

5) De esos 7.000 millones el Estado capta más de la mitad, y a este ritmo en pocos años el Estado le deberá al IESS no menos de unos 7.000 millones.

6) En el futuro el Gobierno tendrá que dar al IESS el déficit proyectado de 5.000 millones (¿porque si no quién más lo va a cubrir?) y los préstamos recibidos: total 12.000 millones.

7) Se ha planteando que el Estado ya no aporte el 40% que manda la ley, sino que se redireccione a otras necesidades sociales. Se haga lo que se haga con ese 40%, ya no serviría para los jubilados en el futuro y en consecuencia el déficit proyectado aumentará. El Gobierno le debería al IESS ya no 12.000 sino quizás 20.000 millones… A no ser que a alguien se le disminuyan sus pensiones.

8) Si además se quiere extender el sistema a las amas de casa y otros (lo que puede ser muy justo), hay que agregar más dinero (a no ser que con el 40% redireccionado sea suficiente). Y con eso podríamos pasar a necesidades totales de ¡30.000 millones!

Las cuentas pueden ser antipáticas ¡pero hay que hacerlas! Las mías pueden estar erradas, pero discutamos el tema seriamente.

NOTA: Saludos y felicitaciones a Jorge Gallardo por su valentía. Ojalá ahora la Justicia actúe con rectitud y dignidad.