“¡Qué hermoso! ¡Qué voces! ¡El cuerpo se me estremece!”. Luis Jiménez susurró estas palabras a su esposa mientras contemplaba el musical Barrios rebeldes. La obra se presentó en la plaza de San Francisco, la noche del sábado, en conmemoración del bicentenario de la masacre de los próceres quiteños, ocurrida el 2 de Agosto de 1810.