Fueron a celebrar a San Juan, pero nunca imaginaron que unos terminarían en las vías del tren, y otros llorando. Intentando mantenerse sereno, Javier Chamorro, de 17 años, aguardaba por información en las afueras del Instituto de Medicina Legal. Ayer en la tarde, finalmente le confirmaron el fallecimiento de su hermano Diego, con quien había ido a Casteldefells. “El tren pitó después de que se produjo el atropello, no antes. Si hubiésemos escuchado al tren, nadie habría bajado a las vías”, comentó tras enfatizar que en la estación había poca luz y no sabían de la existencia del paso subterráneo.
















