AGENCIAS
NUEVA ORLEANS, EE.UU..- La marea negra proveniente del derrame de petróleo en el Golfo de México tras la explosión de una plataforma marina de la British Petroleum (BP) , destruyó ayer unos 40 km de pantanos en las costas de Luisiana, informó Billy Nungesser, presidente del condado de Plaquemines, el más afectado.

"Todo ha muerto. No hay más vida en este pantano. No se podrá limpiar", dijo Nungesser al canal Msnbc.

Según expertos, los pantanos de Luisiana, santuario de un ecosistema frágil, corren el riesgo de ser destruidos durante décadas. El gobernador, Bobby Jindal, resaltó que es apenas el borde exterior del derrame y que "se trata del petróleo pesado que todo el mundo temía", y no la capa aceitosa que se había visto hasta ahora.

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Aves y mamíferos poco comunes y gran variedad de especies marinas habitan los pantanos en la desembocadura del río Misisipi.

Mientras, el gobernador de la Florida, Charlie Crist, declaró ayer la emergencia, que alcanza a la región de los Cayos y las playas de Miami, ante el riesgo que el derrame de petróleo llegue en varias corrientes marinas.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) dijo el miércoles que una parte pequeña de la mancha había entrado a la llamada "corriente del lazo", que lleva agua con rapidez alrededor del Golfo de México, rodea la Florida y sube a lo largo de la costa atlántica de Estados Unidos.

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Esto podría generar un desastre ambiental aún mayor que el actual, además de provocar ingentes daños al turismo en Florida, una industria de 60.000 millones de dólares anuales.

Adolfo Marco, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España citó ayer un estudio según el cual el desastre ecológico provocado por el vertido de petróleo en el Golfo de México puede acabar "colapsando" algunas especies.

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Marco puntualizó que más del 80% de las tortugas caretas que llegan a España proceden de Florida y recordó que todas las tortugas marinas están en peligro de extinción, y que algunas, como la especie lora, que se cría únicamente en el Golfo de México, están en una situación "crítica", pues el petróleo llega justo en la época de anidación en la Florida.

El derrame tiene su origen en una explosión que el 20 de abril pasado mató a once trabajadores y dos días después hundió la plataforma petrolera "Deepwater Horizon", operada por BP en el Golfo de México, a 77 kilómetros de la costa del estado de Luisiana.

Científicos y oceanógrafos han acusado al Gobierno del presidente de EE.UU., Barack Obama, de haber sido demasiado permisivo con BP y de no haber exigido un análisis de cuántos barriles de petróleo entran cada día en las aguas del Golfo a través de la fuga.

La petrolera ha dicho que se trata de 5.000 barriles diarios, cifra que utiliza también el Gobierno, mientras que otros cálculos apuntan a entre 25.000 y 95.000 barriles diarios.

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BP también ha sido criticado por usar aparentemente disolventes para dispersar el crudo que fueron prohibidos por las autoridades de la Gran Bretaña hace más de diez años por su toxicidad, afirmó ayer la CBS.