El presidente Rafael Correa defendió ayer la potestad del Ejecutivo para administrar el agua, tal como lo contempla el proyecto de Ley de Aguas que discute la Asamblea.

Aunque el sector indígena pide que la rectoría la tenga el Consejo Intercultural y Plurinacional, el Mandatario enfatizó ayer que “la autoridad del agua debe estar en el Gobierno”, por haber sido electo en las urnas.

“En democracia la autoridad nace de elecciones y los que ganamos elecciones somos nosotros”, recalcó al término de su visita a los veleros que estaban acoderados en Guayaquil.

Publicidad

Cuestionó que se satanice el manejo del agua de parte del régimen, cuando lo mismo ocurre con otros sectores como el aduanero. “Que las Aduanas las manejen los importadores porque ellos son los usuarios de las aduanas: eso no tiene ningún sentido”.

Por eso el Mandatario afirmó que ningún grupo por importante que se crea, podrá adueñarse de un recurso que es de todos los ecuatorianos y que es estratégico, como el agua.

Según Correa, si el régimen administra mal el recurso, el pueblo podrá castigarlo en las urnas, pero si la Conaie lo maneja mal, “¿cómo lo podemos sancionar?”, reflexionó.

Publicidad

Además, volvió a minimizar las movilizaciones indígenas al indicar que la convocatoria no tuvo alcance.

Reiteró que quienes se oponen al proyecto es un pequeño grupo, “unos cuatro o cinco dirigentes que se creen predestinados divinos”; y afirmó que el pueblo indígena sí está con el Gobierno y con la revolución ciudadana.

Publicidad

Pese a esto ayer dirigentes de la Conaie, Fenocin y Feine anunciaron que radicalizan las medidas de resistencia, pues el informe modificado de Jaime Abril, presidente de la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Asamblea, no incluyó sus propuestas. Y porque el titular del Legislativo, Fernando Cordero, no les dio ninguna solución.

Delfín Tenesaca, de la Ecuarunari (filial de la Conaie), afirmó que irán a la desobediencia civil. “Con ley o sin ley nosotros vamos a seguir siendo guardianes de la Pachamama, no nos comprarán con frecuencias, ni humillarán con bombas”.