El cierre de vías siguió como la principal estrategia de las comunidades indígenas para expresar su rechazo a la Ley de Aguas en los cantones Cayambe y Pedro Moncayo (Pichincha).

Pese a que los enfrentamientos con la fuerza pública fueron esporádicos, la movilización sí se hizo sentir en esa zona, a través de la colocación de material en las carreteras que imposibilitó el tráfico vehicular.

En el sector de Guachalá, en donde el lunes hubo enfrentamientos con la Policía, la circulación de los carros fue interrumpida constantemente.

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Cerca de mil indígenas pernoctaron en los bordes de la Panamericana Norte bajo un fuerte resguardo policial.

El coronel Rodolfo Cadena, jefe del operativo policial, informó que 500 efectivos fueron destinados a la zona para evitar el cierre de vías.

“La Policía no nos va a amedrentar”, dijo Marco Guatemal, presidente de la Federación Indígena y Campesina de Imbabura (FICI).

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El dirigente llegó a las 11:00 a la entrada al lago San Pablo, para “apoyar y agrupar” a los manifestantes que a esa hora mantenían bloqueada la vía.

De la concentración participaban alrededor de 200 indígenas de las comunidades de Camuendo, Arias Uco, Agato y Quinchuqui, que son parte de la Junta de Agua Sumak Yaku.

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“Esta es una lucha progresiva. Si hay más represión policial, las comunidades saldrán con más fuerza”, dijo Guatemal.

La comunidad de San Rafael y el sector de Cajas, límite con la provincia de Pichincha, fueron otros de los puntos conflictivos de la provincia de Imbabura, en donde el tráfico vehicular se vio interrumpido.

Más de 300 policías desplegó el Comando de Imbabura a lo largo de la Panamericana.

De acuerdo con Marco Guatemal, en la jornada de ayer, hasta las 14:00, participaron de la movilización unos cuatro mil indígenas.

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