Luis Miranda dice que la deuda que tenía con la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas sobre presentar una exposición suya en ese espacio ha quedado saldada. Hoy, a las 19:30, en la Pinacoteca Manuel Rendón Seminario, de la entidad cultural (9 de Octubre y Pedro Moncayo), se inaugura una retrospectiva de él.

La muestra reúne 60 cuadros que integran su colección particular. Durante tres meses realizó la selección de obras que se exhibirán hasta fines de este mes en la Pinacoteca. La más antigua, Barrio Centenario, data de 1950 y la más reciente, Balsas de Playas, es de este año.

Dos temáticas son las que recoge en su producción este pintor guayaquileño de 80 años y quien cumple seis décadas de actividad plástica. Una es el ser humano en distintos lugares y la segunda es la naturaleza del campo y de la playa.

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Así constan, por ejemplo, mujeres anónimas descansando en un parque o paradas en el llamado barrio de la tolerancia, hombres reunidos en un bar o en faenas de pesca en las playas de Chanduy, donde el artista tiene una casa.

También en esta exposición constan obras en las que su esposa, Gloria Guerrero, es la protagonista. A veces está sola, a veces acompañada. Asimismo, capturó en sus trabajos las plantaciones de cacao del Guayas y los manglares que rodean el estero Salado.

Miranda, quien vivió por 20 años en Estados Unidos y por cinco en Italia, donde se graduó de licenciado en Bellas Artes, explica que para esta muestra escogió solo acuarelas sobre papel y óleos sobre tela. Añade que sabe manejar todas las técnicas pictóricas, pero la que más le agrada es la acuarela, “porque es un deleite ver cómo el papel absorbe el agua mezclada con el color”.

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Afirma que “por fortuna o por desgracia” al dedicarse completamente a la pintura no tuvo tiempo de tener “la segunda mujer” y agrega que es feliz de haber compartido casi 50 años de matrimonio con su esposa y que para él sería difícil escoger entre ella y la pintura.

Señala que mientras tenga vida seguirá dedicándole seis horas diarias a la pintura. “Todas las noches no veo la hora de que amanezca para empezar a pintar, no me canso de plasmar en un cuadro las cosas que considero bellas”.