Según datos de la empresa EnergyStar, encargada de regular el consumo eficiente de la energía en Estados Unidos, el 40% del consumo energético del mundo es responsabilidad de los edificios, y entre el 40 y 50% de las emisiones de CO2 de una empresa lo producen los trabajadores trasladándose a su lugar de trabajo.

Por esta razón es recomendable que una oficina “respetuosa con el medio ambiente” regule la potencia de iluminación en días soleados, para bajar el consumo hasta un 75%.

Medidas de ahorro de agua pueden reducir un 60% el consumo, tales como instalaciones higiénicas con cisternas de reducido volumen de agua. El reciclaje de todo tipo de productos, como cartuchos, papel, pilas, focos y bolígrafos es también muy importante.

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José Javier Guarderas, gerente de Sambito, afirma que toda actividad productiva está en obligación de cumplir la Ley de Gestión Ambiental, en la que constan las normas, reglamentos e instructivos para evaluar el grado de afectación que ocasionan las actividades productivas, de acuerdo a la identificación de sus actividades y los impactos que estas pueden causar al ambiente.

Según Brian Eberle, presidente de Green Office Systems en Estados Unidos, la productividad del empleado baja cuando la temperatura del ambiente es considerablemente alta. “A partir de los 24º, la frecuencia de errores aumenta”, afirma.

Es por esta razón que muchos expertos coinciden en que se debe tener un sistema de climatización eficiente que mantenga temperaturas adecuadas dentro del lugar de trabajo.