Estaban ansiosos afuera de sus casas, brindando con cerveza en la calle, asomados en las ventanas y mirando hacia la avenida principal de la calle 13 y callejón Segundo. Los vecinos de la flamante Miss Ecuador 2010, Lady Mina Lastra, la esperaban la noche del viernes para homenajearla por su elección.

Todos querían abrazar a aquella joven que desde hace 27 años (tiempo que la familia Mina Lastra reside en el sector) han visto crecer en esas calles sin pavimentar, a esa joven que la noche del jueves 25 en una gala en Quito se convirtió en la reina de los ecuatorianos.

Las llamadas de celulares eran constantes. A las 19:30 la madre de Lady, María Lastra, llamaba para notificar que el vuelo se había retrasado.

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En la puerta de su casa unos globos de colores, serpentinas y guirnaldas con la bandera de Guayaquil decoraban el exterior de la vivienda y el callejón. “En mi trabajo no querían creer que ella era mi hermana”, dijo Eduardo Mina, quien no dejaba de timbrar al teléfono de su hermana. “Estoy muy orgulloso de que ella sea la nueva Miss Ecuador”, agregó emocionado.

Quienes la esperaban comentaban cómo vivieron la noche final de la elección. Ese día toda la familia se reunió en la casa para ver el certamen. María Lastra encabezó la barra que no dejó de apoyarla desde Guayaquil hasta quedarse sin voz.

De repente un grupo de niños corrió desde el callejón. ‘Es Lady, es Lady’, gritaban mientras un auto plateado maniobraba para entrar al lugar. ¡Lady, Lady, Lady!, era la barra que gritaban los vecinos de la guayaquileña que no sabía de la sorpresa.

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Los más pequeños fueron los primeros en acercarse. Todos querían una foto con la Miss Ecuador 2010. ‘Lady, una foto, Tómate una foto conmigo, Lady acá, mira a la cámara’, le decían varias voces a la vez.

“Cuando vi su imagen en los periódicos no podía creerlo, era mi niña.”, contó Gloria González de Arévalo, su maestra desde el cuarto grado en la escuela Aída León de Rodríguez Lara.

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Daniel Mina, otro de sus cuatro hermanos, contó como anécdota que cuando escuchó el nombre de Lady entre las finalistas salió corriendo desde su casa en la cdla. Nueve de Octubre hasta la residencia de sus padres en el suburbio.

“Venía corriendo como loco y unos policías me detuvieron porque pensaban que venía robando. Uno de ellos me conocía y le dijo a los otros que mi hermana había ganado (el concurso), y me dejaron ir”, contó.

Entre la algarabía de sus allegados, Lady Mina, de 23 años, entró a su casa donde una enorme pancarta con un mensaje de su familia le dio la bienvenida.

“No esperaba este gran recibimiento de ustedes. Imaginaba venir y sentarme a conversar con mi familia, pero he visto cómo me quieren”, fueron las primeras palabras de la estudiante de Comunicación Social.

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Su padre Nelcin Mina y su primo Régulo Mina dieron un pequeño discurso antes de la serenata que su tío Isaac Mina le preparó. Las bachatas Te regalo y Niña bonita dieron paso al baile. Todos se turnaban para bailar con Lady. Esa fue la premisa de su hermano Daniel: “Hoy baila con todos”.

En medio de las pruebas de sonido del DJ, el brindis con champán y la búsqueda de ventiladores para aplacar el calor, Lady recordó su experiencia en el certamen: “cuando veía que se acercaban los últimos minutos, te juro que eran tantas las bendiciones que me habían dado y sobre todo Dios, que le pedí que me diera fuerza y valor para disfrutar todito y hacer todas las cosas bien sin importar cuál fuera el resultado”, agregó.

“Es un honor no solo representar a la mujer ecuatoriana sino también a mi raza”, dijo.