AFP
Teherán .- Irán marcaba ayer el 31 aniversario del retorno del ayatolá Ruholla Jomeiny, hecho que desencadenó la revolución islámica de 1979, iniciando diez días de festejos empañados por la crisis política del régimen.

Campanas de escuelas, sirenas de fábricas, trenes y barcos sonaron a las 09:33 locales, hora en la cual el avión que llevaba a Jomeiny de regreso de su exilio en Francia aterrizó en el aeropuerto de Teherán-Mehrabad, el 1 de febrero de 1979.

La conmemoración terminará el 11 de febrero, fecha oficial del derrocamiento del régimen imperial.

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Este aniversario de la República Islámica se celebra cuando el régimen sufre una de las peores crisis políticas de su historia, desde la cuestionada reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad en junio.

Una parte de la oposición interna al régimen multiplica desde hace ocho meses las manifestaciones, a veces violentas de rechazo al gobierno enfrentados a una dura represión, que ha dejado decenas de muertos, cientos de heridos y miles de detenciones.