Diversos criterios se emitieron durante la reunión de cancilleres y ministros de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sobre las elecciones presidenciales de Honduras.

El canciller de Brasil, Celso Amorim, señaló que antes del proceso electoral el presidente defenestrado Manuel Zelaya debe ser restituido en el cargo.

“El hecho de que haya elecciones conducidas por un gobierno que salió del golpe no es una buena señal para la región. Lamentamos que eso haya ocurrido, creo que representa un debilitamiento de la OEA”.

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Dijo que ante este debilitamiento se deben fortalecer otros procesos de integración, como el de la Unasur.

Mientras que el canciller de Perú, José García Belaúnde, dijo que su país reconoce el proceso electoral si las elecciones se realizan con transparencia.

“Sin objeciones a la misma que resulte la voluntad del pueblo, nosotros vamos a reconocerlo”, precisó.

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Desde Bruselas, el presidente Rafael Correa señaló que  Unasur no reconocerá las elecciones que se celebrarán mañana en Honduras, organizadas por el régimen de facto.

“La decisión de Unasur está tomada: no vamos a reconocer las elecciones bajo el gobierno de facto” de Roberto Micheletti, declaró Correa.

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“Espero que la Unión Europea adopte la misma postura que Unasur”, subrayó Correa,  presidente pro témpore del organismo regional.