Por Francis Pisani
.- La Fórmula 1 (el tercer deporte más visto del mundo) fascina y permite aprender. En particular este año tan lleno de sorpresas. Tal es el tema de un libro recién publicado por el catalán Antonin Gutiérrez-Rubi bajo el título: Lecciones de Brawn GP, las 10 claves empresariales para competir con éxito (Alienta Editorial).

Muy brevemente para quienes rompieron sus televisores: 2009 ha sido marcado por la victoria de los coches blancos de Brawn GP, una empresa que no existía el año pasado. Lanzada a escasas tres semanas del inicio del campeonato, consiguió imponerse frente a los McLaren, Renault y hasta Ferrari. La hazaña merece atención.

Para Gutiérrez-Rubi, "la F1 es un mundo metafórico sumamente útil para la empresa y los emprendedores".

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La metáfora, con este libro, es doble. Lo obvio consiste en utilizar la carrera automovilística ultracompetitiva y siempre acelerada como herramienta para mejor explicar cómo manejar empresas en el mundo acelerado y competitivo de hoy.

Ya es común subrayar el paralelismo entre el deporte de competencia y el mundo empresarial, aunque tal vez resulte un poco menos cierta es mucho más agradable que la metáfora bélica.

Después de haber contribuido al éxito del siete veces campeón del mundo Michael Schumacher (con Benetton y Ferrari), Ross Brawn era, a finales del 2008, responsable de la escudería Honda. Asesor de la FIA detectó (y lo hizo público) que el reglamento 2009 no aludía a la forma de los difusores (que aseguran la estabilidad trasera de los vehículos), lo cual permitía innovaciones con un serio impacto potencial.

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Pero al final del 2008, la marca japonesa decidió retirarse de la competencia dejando a pilotos, 700 empleados y coches casi listos. Confiado en su análisis, Brawn invirtió buena parte de su dinero y compró la escudería para lanzarse a la competencia.

Su victoria en el campeonato del 2009 hace de esta historia un caso de escuela y, curiosamente, contribuye a la segunda metáfora contenida en la escritura del libro.

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Gutiérrez-Rubi mismo extrajo la lección de lo que veía acontecer en su televisor. Escribió un artículo en el diario español Cinco Días el 11 de mayo del 2009, inmediatamente después de las primeras victorias de Brawn GP. Acto seguido convenció a un editor y produjo un libro que salió antes de que finalizara la estación.

Es decir, aplicó al menos dos de los consejos que ofrece a las empresas en su libro: detectó una oportunidad y actuó con enorme rapidez. El resultado es convincente.

Algunas de sus diez claves son bastante conocidas y obvias como la importancia del trabajo en equipo y la necesidad de tener una visión estratégica.

Dentro de sus buenas fórmulas destaca "Velocidad+talento+redes = empresa del siglo XXI".

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Nada mejor para entender la importancia de la velocidad que auscultar el mundo de la F1, porque vive bajo "el imperio del crono". Pero la lección se puede generalizar, tal como lo ilustra una cita de Nikesh Arora, vicepresidente de Google, para quien "la competencia ya no será entre grandes y pequeños, sino entre rápidos y lentos".

En cuanto a talento, Gutiérrez-Rubi considera que en la mezcla experiencia y juventud reside el secreto. Brawn, o el piloto Rubens Barricchello, "el hombre que más grandes premios ha corrido en la historia", contribuyeron con la primera. Pero, agrega, siempre hay que "dar una oportunidad al talento joven dentro de la empresa".

Esta fórmula permite en este momento específico conectarse con la Generación Y, culturalmente diferente de las anteriores. Más sensible al multiculturalismo, se distingue por su "cuestionamiento de la autoridad y actitudes muy críticas".

Dicha generación se distingue por su creatividad, iniciativa y flexibilidad que le confieren un valor importantísimo en el mundo competitivo, innovador y global de hoy. También permite a las empresas abrirse al mundo de las redes y de la web 2.0, que son parte de su cultura.

Uno de los puntos más importantes y que más enseñanzas traen en estos tiempos de crisis, que no acaba de acabar, es la noción según la cual crisis y caos son espacios de oportunidades y no solamente para quienes se valen de las tecnologías más avanzadas.

"El Mundial de F1 del 2009 será recordado como uno de los campeonatos más caóticos de la historia", escribe Gutiérrez-Rubi aludiendo tanto a las modificaciones discutidas al reglamento como a las peleas entre escuderías y a la lucha entre FIA y pilotos.

La lección, de hecho, es doble. Por una parte, en periodo de crisis los poderes establecidos pueden debilitarse, lo cual contribuye a abrir oportunidades. Por otra parte, "en un periodo de caos solo sobreviven los que encuentran una oportunidad, una idea y, por supuesto, los que aprovechan esa oportunidad para protagonizar un cambio".

ENLACES
http://en.wikipedia.org/wiki/Ross_Brawn

http://en.wikipedia.org/wiki/Brawn_GP

http://www.gutierrez-rubi.es/

http://www.gutierrez-rubi.es/2009/05/11/lecciones-de-brawn-gp/