Un viejo luchador tupamaro, que en el pasado buscó el poder por las armas; un ex presidente de centro derecha, y el hijo de un dictador esperan convertirse en el próximo Presidente de Uruguay en las elecciones generales de hoy.

José Mujica, de 74 años, senador tupamaro y candidato del oficialista Frente Amplio, de izquierda, aparece como favorito en las encuestas seguido muy de cerca por Luis A. Lacalle, de 69 años, quien fue presidente (1990-1995) con su Partido Nacional. De un total de cinco fórmulas presidenciales, el tercer lugar lo tiene Pedro Bordaberry, de 49 años, del partido Colorado e hijo del ex dictador Juan M. Bordaberry.

Según los pronósticos, ninguno alcanzará el 50% más uno para definir las elecciones en una sola vuelta y de ocurrir eso, el 29 de noviembre habrá una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Un total de 2’563.297 uruguayos están habilitados para sufragar.

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Mujica, ex guerrillero que pasó trece años en prisión durante la dictadura  (1973-1985),  emprendió su carrera a la presidencia con su estilo desbocado y logró mejorar su imagen gracias a los esfuerzos de su conglomerado, que encabeza el actual presidente, Tabaré Vázquez, un socialista moderado. Las encuestas le dan 48% en la intención del voto.

El ex mandatario Lacalle, heredero de una estirpe de próceres del tradicional y conservador Partido Nacional, tiene entre el 30% y 32% de los votos.

Bordaberry, abogado de profesión, se estima que puede lograr hasta el 17% de los votos, lo que impediría un ganador en primera ronda.

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Según analistas, el izquierdista Frente Amplio corre el riesgo de perder el poder, que por primera vez en su historia ganó en el 2004, si los partidos tradicionales y eternos rivales, Nacional y Colorado, se unen en la casi segura segunda vuelta.

Lacalle se presenta como un defensor de lo uruguayo, lo nacional, la soberanía, y se muestra abierto a la inversión de los empresarios locales y extranjeros. En un mitin anunció que iba a recortar el gasto social “con motosierra”, lo que fue interpretado como un ataque frontal contra los programas del Gobierno para los pobres de Uruguay, que son más del 20%  de la población.

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Mujica se dice continuador directo de las políticas de inversión social, crecimiento y tranquilidad empresarial del actual Presidente. “La causa principal por la cual el Frente gana es por las bastantes cosas que ha realizado este Gobierno”, dijo Mujica a la prensa, respondiendo afirmativamente sobre si habría una continuidad si llega al poder. El ex guerrillero desató una tormenta cuando dijo que había que revisar el secreto bancario, uno de los pilares del sistema financiero.

Mientras Lacalle ha dicho que tiene “profundas diferencias” con Mujica, especialmente “en temas de propiedad privada, economía, enseñanza y política internacional”, el candidato del Frente Amplio ha insistido en la necesidad de “trabajar para que la izquierda tome cada vez más distancia de algunas inercias ideológicas”. Según esto, en la campaña presidencial se enfrentan “comunistas y oligarcas”.