Un científico italiano afirma haber reproducido el Santo Sudario de Turín, un hecho que demostraría definitivamente que el lino que algunos cristianos veneran como la ropa mortuoria de Jesucristo es una falsificación medieval.

El sudario, que mide 4,4 por 1,2 metros, contiene la imagen, misteriosamente revertida como un negativo fotográfico, de un hombre que algunos creyentes identifican como Cristo.

"Hemos demostrado que es posible reproducir algo que tiene las mismas características que el sudario", dijo el lunes Luigi Garlaschelli, quien presentará los resultados en una conferencia sobre lo paranormal el fin de semana en el norte de Italia.

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Profesor de química orgánica en la Universidad de Pavia, Garlaschelli facilitó a Reuters el estudio que difundirá y las fotografías comparativas que lo acompañan.

El Santo Sudario de Turín muestra de frente y espalda a un hombre con barba y pelo largo, con los brazos cruzados sobre el pecho, mientras que toda la tela parece marcada por manchas de sangre de las heridas en las muñecas, pies y costado.

En 1998, pruebas del carbono catorce en laboratorios de Oxford, Zúrich y Tucson, causaron conmoción al datarla entre 1260 y 1390. Los escépticos dijeron que era un engaño, posiblemente para atraer el rentable negocio del peregrinaje durante la época medieval.

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Sin embargo, hasta el momento los científicos no han sido capaces de explicar por qué la imagen aparece invertida en la tela.

Garlaschelli dijo haber reproducido el sudario al tamaño natural usando materiales y técnicas disponibles en la Edad Media. Situó una sábana de lino sobre un voluntario y luego lo cubrió con un pigmento que tenía restos de ácido. Para la cara se utilizó una máscara.

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Pigmentos, manchas de sangre y quemaduras
El pigmento fue envejecido artificialmente calentando la tela en un horno y lavándolo, un proceso que lo eliminó de la superficie pero dejó una imagen poco definida similar a la del sudario. Se cree que el pigmento del Santo Sudario original se evaporó naturalmente a lo largo de los siglos.

Después añadió las manchas de sangre, agujeros con fuego, decoloración por agua y quemaduras para lograr el efecto final.

La Iglesia Católica no afirma que el Santo Sudario sea auténtico ni que se trate de un asunto de fe, pero dice que debería ser un poderoso recordatorio de la pasión de Cristo.

Una de las reliquias más controvertidas del Cristianismo, la tela está guardada bajo llave en la catedral de Turín, Italia, y es exhibida en raras ocasiones. La última vez que pudo ser visitada fue en el 2000 y está prevista una nueva muestra el próximo año.

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Garlaschelli prevé que rechacen sus hallazgos.

"Si no quieren creer en la datación con carbono catorce realizada por algunos de los mejores laboratorios del mundo seguramente no me creerán", asveró.

La precisión de las pruebas de 1988 fue cuestionada por algunos creyentes radicales que alegaron que las restauraciones en siglos pasados habían contaminado los resultados.

La historia del sudario es larga y controvertida.

Tras aparecer en Oriente Medio y Francia, fue trasladado por la antigua familia real italiana, los Saboya, a su localidad, Turín, en 1578. En 1983 el ex rey Umberto II se la entregó al fallecido papa Juan Pablo II.

El Santo Sudario estuvo a punto de ser destruido en 1997 cuando un incendio arrasó la capilla Guardini de la catedral de Turín donde está guardada. La tela se salvó por un bombero que arriesgó su vida.

El estudio de Garlaschelli fue financiado por una asociación italiana de ateos y agnósticos, pero dice que ello no tiene consecuencias en el resultado.

"El dinero no tiene olor", dijo. "Esto se ha hecho científicamente. Si la Iglesia quiere financiarme en el futuro, aquí estoy", expresó.