Sesenta años después de que Mao Zedong fundara su régimen comunista y tras un primer periodo de fracasos, China está a punto de ser la segunda potencia económica mundial, gracias al más veloz y radical proceso de industrialización y apertura en la historia.

Este proceso fue impulsado por las políticas económicas pragmáticas planteadas desde 1979 por Deng Xiaoping, con su pragmatismo del “todo vale”, propio de un modelo capitalista, pero sin cambiar lo esencial, el sistema político socialista.

“Reforma (del sistema económico) y apertura (de los mercados)” fueron las consignas de este “socialismo con características chinas”, término del ex presidente chino Jiang Zemin, que fue hecho oficial este año.

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Consiste en que el Estado tenga la titularidad de una fracción importante de la economía china, mientras que al mismo tiempo todas las entidades participan en una economía de mercado o definida también como la combinación de los principios básicos del socialismo científico con la realidad china y el tiempo actual.

Esto enojó a los maoístas ortodoxos que fracasaron los primeros 30 años de revolución por aplicar conceptos de la extinta Unión Soviética, colectivizar tierras, nacionalizar industria y limitar capitales y compañías extranjeras.

Deng desmanteló poco a poco el sistema de comunas y los campesinos tuvieron más libertad para administrar las tierras que cultivaban y vender sus productos en los mercados. Al mismo tiempo, la economía china se abría al exterior.

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“En las tres décadas con Mao, la economía china creció porque partíamos de una base mínima más que por políticas económicas eficaces: es más fácil convertir un yuan en dos que un millón en dos millones”, dice Yu Miaojie, del Centro de Investigación Económica de la Universidad de Beijing.

El híbrido de Deng, de economía planificada y mercado, ya había sido descrito por este durante el Congreso del Partido Comunista de 1960: “¿Qué más da si el gato es blanco o negro? Importa es que cace ratones”.
Política agresiva

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Abierta al comercio y a las inversiones extranjeras, la estrategia de Deng Xiaoping, continuada por Jiang Zemin y por el actual presidente, Hu Jintao, es la industrialización y modernización más rápida experimentada por un país, en cuatro áreas: economía, agricultura, desarrollo científico y tecnológico y defensa nacional.

China pasó de ser la 32 economía mundial a la tercera, su PIB creció del 1,8% al 6% del total mundial, con un incremento anual medio del 9,8%. Si en 1978 más del 60% de los chinos (600 millones) vivían con menos de un dólar al día, ahora lo hace un 10% (135 millones).

Tras consolidar su economía interna, China se expande a conquistar el mundo con tácticas agresivas: tomar mayores riesgos a cambio de menores beneficios, venciendo cualquier oferta rival. Y la posibilidad latente de que utilizará su mano de obra y no la local. Ya lo han experimentado Iraq, en la explotación petrolera; Polonia, en la construcción, y ahora Nigeria, donde está dispuesta a invertir hasta 50.000 millones de dólares en la explotación petrolera al igual que en Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez firmó un acuerdo de inversión con empresas chinas por  16.000 millones para explotar crudo en la Faja del Orinoco.

Otra característica, según Philip Andrews Speed, director del Centre for Energy, Petroleum and Mineral Law and Policy de la Universidad de Dundee es que los chinos están dispuestos a arriesgarse a invertir en países donde existen conflictos, como Iraq o Sudán.

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El Gobierno de Polonia adjudicó contratos para una autopista a una empresa china que ofreció 60% menos que el precio base. “Las empresas chinas traen sus trabajadores desde el extranjero (...) lo que puede generar protestas sociales”, afirma Andrew Kureth, editor del Warsaw Business Journal,  pues la población resiente el alto índice de desempleo (12-13.5%).

Tras 60 años de comunismo, ¿cuál es el futuro del régimen? El primer ministro, Wen Jiabao, no duda: “China puede liderar mundialmente en economía, ciencia y tecnología”.

Pero el modelo de crecimiento masivo aumenta la desigualdad social, la brecha entre ricos y pobres, la corrupción, el descontento de minorías e incrementó el daño medioambiental superando a EE.UU. como primer emisor mundial de CO2.

Fechas claves: Hitos de China
1949, 1 de octubre
Mao Zedong proclama la República Popular China.

1958-1961
Fracasa campaña.  Gran Salto Adelante para aumentar productividad del campo; 30 millones mueren de hambre.

1966-1976
Revolución cultural.  Persecución a los contrarrevolucionarios.
 
1964, octubre
Prueba su bomba atómica.

1971
Regresa a la ONU. 

1976, septiembre
Muere Mao  Zedong.

1977
Deng Xiaoping  (foto) asume con política de reforma.

1978, junio
Política del "hijo único", para frenar la superpoblación.

1979
Inicia relaciones con EE.UU. 

1989, mayo-junio 
Matanza de Tiananmen.

1997, febrero
Muere Deng Xiaoping.

1997, 30 de junio
Recupera  Hong Kong.

2001, noviembre
China ingresa en la OMC.

2003, 16 de octubre
Yang Liwei, primer astronauta chino.

2008, agosto 
Organiza los Juegos Olímpicos.