Nelson Zavala

Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer, y trayendo solo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.

Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. (Libro Hechos de los Apóstoles.  La Biblia,  capítulo 5).

Este relato bíblico nos enseña que Ananías y Safira cuando mintieron al apóstol Pedro  también mintieron a Dios.

Hoy en el año 2009 siguen existiendo estos Ananías y Safira, que se ponen de acuerdo para mentirles a los hombres (el pueblo), ignorando voluntariamente que también le están mintiendo a Dios.

Permítame darle un ejemplo: el sábado 2 de agosto del 2008 en la cadena sabatina, el presidente Correa le aseguró al pueblo (a los hombres) que la nueva Constitución no permitiría la unión legal y el matrimonio entre personas del mismo sexo. El presidente dijo: Yo jamás permitiré esto, yo soy católico practicante. A pesar de esta radical declaración, y de la agresiva campaña publicitaria, en la cual aseguró que el artículo 68 no permitía las uniones legales ni el matrimonio entre personas del mismo sexo, hoy septiembre del 2009 podemos demostrar que el presidente Correa mintió.

En la revista Vistazo de septiembre 3 del 2009 edición Nº 1.009, página 28, usted encontrará un amplio reportaje que demuestra que ya en Quito, en la Notaría Séptima  y en la Trigésimo Séptima,  el 12 y el 14 de agosto pasado legalizaron su unión libre cuatro parejas homosexuales amparadas en el artículo 68 de la nueva Constitución que dice: La unión estable y monogamia entre dos personas libres de vínculo matrimonial que formen un hogar de hecho, por el lapso y bajo las condiciones y circunstancias que señale la ley, generará los mismos derechos y obligaciones que tienen las familias constituidas mediante matrimonio…

Como usted se dará cuenta, estas uniones legales homosexuales tienen los mismos derechos que un matrimonio, lo que significa que pronto podrán adoptar niños e inducirlos a la misma vida que ellos tienen.

Hoy tenemos a Rafael (Ananías) Correa, quien se puso de acuerdo con su Safira (el círculo rosa) para mentirle al pueblo ecuatoriano y en lugar de darle por medio de la nueva Constitución valor a la familia, le ha dado valor a la inmoralidad.

El relato bíblico nos enseña que Ananías y Safira después de haber mentido murieron inmediatamente y fueron sacados sus cuerpos por los jóvenes, los cuales los sepultaron. Y vino gran temor sobre el pueblo.

Toca hoy a los jóvenes de la Patria sacar a estos cadáveres políticos y limpiar nuestro país de tanta inmundicia. Pues estos Ananías y Safira de la Revolución están muertos espiritualmente, porque no han mentido a los hombres, sino a Dios.

Rafael, ¿por qué le mientes a Dios?

 * Pastor