Jamás el destino avieso/ te abrume terrible el peso;/ perla del mar peregrina, / con firme paso camina/ a la cumbre del progreso. 
Manuel María Sánchez

Estuvo en el aire por algunas décadas a partir de diciembre de 1946 y compartió la preferencia de la comunidad guayaquileña y regional, especialmente por sus programas de carácter popular. Entre sus colegas de similar éxito estuvieron El Telégrafo, La Voz del Río Guayas, Ecuador Radio, Ortiz, Alcázar, Continental, El Triunfo, Progreso, Cenit, Atalaya, Ondas del Pacífico, América, Cristal, Universal y otras importantes.

Inicialmente ocupó una casa ubicada en Chanduy (actual Francisco García Avilés) entre Aguirre y Clemente Ballén, sector animado y tradicional de nuestra ciudad antes y después de la segunda mitad de la centuria anterior, cuando la radio no le había cedido demasiado espacio a la televisión y en los hogares predominaban los aparatos receptores de marca Telefunken, Phillips, RCA Víctor, Murphy, etcétera.

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Entre sus programaciones de enorme respaldo y sintonía estuvieron los concursos de cantantes aficionados y los de dibujos, especialmente para niños y jóvenes, que se hacían los fines de semanas con la asistencia de muchas familias.

También le dieron preferencia los espacios que mantuvieron los hermanos Vela Rendón, caso de ‘El sillón del peluquero’, y ‘Guayaquil radiado’, a cargo de Ana Huancayo Atocha, quien al mediodía entregaba sus famosos mensajes musicales que el público seguía con incuestionable atención.

Identificada por su respaldo a los artistas, esta radio conoció los pasos iniciales de Julio Jaramillo y dio cabida a las actuaciones de Fresia Saavedra; igualmente a las de Mary Aráuz a través del programa ‘Cantantes ecuatorianos’ y recibió a intérpretes solistas y grupos de otros sectores de la patria.

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Poco a poco la añeja radio restringió sus emisiones, pero la gente aún la evoca por los mensajes radiales en los días de la Madre y del Padre, los onomásticos de las Rosas, Mercedes y, por supuesto, las canciones de despedida a los jóvenes que se iban al cuartel.