Vachagnon apenas ha invertido, en siete años, el 1,5% de los 65 millones de dólares que recibió para difundir los horarios de recolección de basura.
Este año, cuando caduca el contrato, el Municipio elabora nuevas bases del concurso y  apuesta más bien a sanciones a los ciudadanos.

Las campañas educativas han sido la cenicienta en este último periodo de gestión de Vachagnon. Amparado en un contrato municipal que relega la promoción ciudadana, el consorcio ha invertido apenas el 1,5% de los 65 millones de dólares que recibió -para 7 años desde el 2002- en difundir los horarios de recolección de basura.

El contrato que aprobó el Municipio únicamente contempla campañas publicitarias en cuatro radios (13 cuñas diarias de lunes a domingo) y en dos medios escritos (publicaciones en 26 fines de semana). No se contempla la difusión  a través de medios televisivos.

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Este año, ante la proximidad de la caducidad del contrato, en octubre, el Municipio nuevamente elabora las bases del concurso para las empresas que quieran competir. Funcionarios de Vachagnon, que están interesados en participar nuevamente, esperan que los valores para estas campañas se incrementen. Sin embargo, el Municipio apuesta a las  sanciones.

Gustavo Zúñiga, director de Aseo, alista una ordenanza para castigar con multas y prisión a los contraventores. "¿Hay que hacer campaña para que la gente no robe? Todos deben cumplir sus obligaciones", dice el funcionario convencido de que la falta de cultura de los guayaquileños ha incidido en los problemas de basura.

Pero en las calles, barrios y residencias hay moradores que no tienen claro cuáles son los horarios de recolección y hay zonas en las que sus habitantes aseguran que nunca han recibido las visitas de los apenas seis promotores comunitarios que conforman el equipo de Vachagnon para recorrer todos los barrios de Guayaquil, una tarea que Vachagnon cumple, pese a que no está obligado, según el contrato municipal.

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Ellos informan casa por casa los horarios y dirigen las mingas, a pedido de los dirigentes y no como un plan continuado de promoción. El año pasado se visitaron  65.353 casas de más de 200 mil que hay en la ciudad.

El mediodía del jueves pasado, por ejemplo, un equipo de gestión ciudadana de la contratista no alcanzó a visitar y entregar las volantes adhesivas a todas las viviendas en la zona que tenía asignada (calle 22 y callejón Q, suburbio oeste de la ciudad), según el cronograma establecido por Vachagnon.

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"He estado toda la mañana en mi casa y no me han visitado", dijo Blanca Suárez, una moradora que pide que los recolectores avisen con sus pitos al momento de sacar la basura.

Ese día, el camión había pasado antes del mediodía, pero dos horas después los  habitantes miraban cómo personas en carretillas depositaban la basura sobre un pequeño montículo de materiales de construcción que permanecían  en esa calle.

Los problemas de recolección se han vuelto un círculo vicioso. Las autoridades municipales atribuyen la responsabilidad a la "falta de cultura", mientras que la ciudadanía acusa a los recolectores "que pasan a diferentes horas y no pitan" y a la poca difusión de los horarios. Como no hay suficientes recursos, no hay programas, y por ende conciencia. Atrás han quedado las mingas públicas que difundía el cabildo en su campaña Guayaquil vive por Ti.

Para desarrollar una campaña publicitaria, dice Samuel Reyes Salvador, gerente de Vachagnon, se requieren más que los 120 mil dólares que asigna el Municipio.

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"Yo consulté agencias  y dicen que se necesitan por lo menos 1'200.000 al año para hacer algo razonable que llegue a la comunidad", dice.

 Raúl Ernst, gerente de Mindshare, una central de medios que maneja estrategias publicitarias en el país, cree que por lo menos se necesitan 600 mil dólares para mantener al aire por cuatro meses una campaña que logre generar algo de conciencia. "Menos de eso es botar la plata a la basura", comenta.

Cada año Vachagnon ha dedicado, en promedio, unos 135 mil dólares a las actividades de promoción comunitaria en publicidad en los medios de comunicación;  la cifra apenas alcanza los 891.804, de un total de 65 millones fijados  por siete años en el contrato vigente aprobado por el mismo Municipio.

El año pasado Vachagnon invirtió 206 mil dólares en promoción ciudadana, casi el doble de lo que le había presupuestado el Municipio (110.738,00).
 Para este año, el Cabildo contempla una asignación de 120 mil dólares.
"Estamos muy limitados", "(el presupuesto) no alcanza", "Vachagnon hace lo que puede", dicen en esa empresa.

Más datos
Contrato
Según el acuerdo legal, Vachagnon debía destinar un porcentaje de la facturación mensual para la realización de las campañas de publicidad destinadas a conseguir el apoyo de la ciudadanía, las  que debían contar con  aprobación de la DUAR.

Medios
El contrato no contempla inversión en televisión. "El contratista en su relación con la comunidad realizará anualmente mínimo la siguiente actividad: gastos en publicidad en cuatro radios tropipopulares de mayor audiencia de lunes a domingo; en dos medios escritos de mayor circulación 26 fines de semana de manera alternada.

Fiscalización
El Municipio de Guayaquil, cuyo Departamento de Aseo Urbano ejerce la función de fiscalización, debe supervisar, controlar y verificar el cumplimiento de los programas de educación comunitaria.

Inversión
Vachagnon invirtió $ 891.804 en publicidad desde el 2002 a junio del 2009. En gestión comunitaria, 65 mil en los años 2007 y 2008.

Opiniones
Martha Correa, 60 años
Moradora
"Los recolectores no se llevan toda la basura, una parte dejan ahí y eso se acumula. No pitan, pasan calladitos".

Juan Andrade, 77 años
Ciudadano
"Después de que pasa el carro vienen extraños a botar basura, uno le llama la atención, pero se ponen bravos".