A Flavio Perlaza no le pagaban hasta ayer los cuatro meses de sueldo que le deben por su trabajo como DT de las divisiones menores de Barcelona. Tampoco le habían confirmado si su remuneración se incrementaría por hacerse cargo del primer equipo. Sin embargo, el Fantasma, como lo apodaban en su época de jugador, llegó al estadio Monumental y comenzó a desempeñarse como entrenador interino de los canarios.

Perlaza, ex lateral derecho que logró con Barcelona los títulos de 1980, 1981, 1985 y 1987, asumió con optimismo su nueva responsabilidad porque quiere dirigir el Clásico del Astillero (el próximo 13 de junio). “Sueño con eso. Si ocurre bienvenido sea, si no yo ya conozco la palabra interino aquí en Barcelona”, comentó el adiestrador, quien asumió el cargo temporal dos veces en el 2007.

Perlaza no se aferra a su puesto y aclaró que cuando la dirigencia le pidió su ayuda “me dijeron que era técnico interino”, pero “esperemos que los resultados digan otra cosa”.

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En su primer día de trabajo, tras la salida del español Benito Floro, Perlaza anunció, en relación con el defensa Carlos Castro, quien no ha actuado en el torneo: “Tenemos que trabajar con todos los jugadores con los que contamos”, y acotó que podría alinearlo en el Clásico.

Con Castro y otros futbolistas experimentados de la plantilla, Perlaza tuvo un prolongado diálogo en la cancha. “Fue un primer acercamiento para conocer sus motivaciones y para romper el hielo”, explicó.

Por su parte, José Toledo, gerente del club, no descartó que Perlaza pueda mantenerse hasta el final de la primera etapa. “Si Flavio gana el Clásico y los otros cuatro partidos más, ¿quién lo va a sacar de acá?”.