Desde hace 34 años, la estrategia de la Unión Nacional de Educadores (UNE) ha sido la misma: paros y movilizaciones que han desestabilizado gobiernos para lograr sus objetivos, que en muchos casos se reduce a la exigencia de una elevación salarial e incremento de presupuesto para la educación.

Desde 1976 se registraron paralizaciones consecutivas del gremio por estos pedidos que hasta la fecha suman dos años de paralización. Los paros se sucedieron año tras año. En 1983, los maestros paralizaron clases por tres meses, en el lapso del ministro Claudio Malo.

Ernesto Álvarez, entonces presidente de la UNE,  explicó que la protesta se desató porque el gobierno de turno no atendía sus peticiones.  Dijo que la movilización de ese año fue porque no se entregaba el 30% de la educación, se invertía menos en el sector  y se entregaba el 12%, eso recaía en la falta de recursos para salarios e infraestructura. Aquello generó la creación de las escuelas unidocentes marcando distancias entre el campo y la ciudad.

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Para el dirigente, el problema es que no existe un ministro que haya sido maestro que tenga visión y  entienda los problemas del sector.

El país registró un paro por año entre 1984 y el 2000 en el que se incluye la paralización que afrontó en su primer periodo como ministro de Educación, Raúl Vallejo, durante el gobierno de Rodrigo Borja.

En  el 2002, los paros se multiplicaron. En enero, febrero, marzo, abril y noviembre de ese año se reeditaron  protestas. Fueron cinco. Las reivindicaciones eran por el alza de sueldos y para exigir recursos para el año rural obligatorio.

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En el 2003, durante el gobierno de Lucio Gutiérrez sucedieron siete paralizaciones consecutivas. La protesta indefinida más larga que se dio a finales de año duró  43 días. En esa época se dan  dos incrementos al salario básico de los maestros de $ 10  en octubre del 2003 y $ 10 en enero del 2004 y un bono por la misma cantidad de julio a septiembre del 2003.

La ministra de Educación de ese gobierno, Rosa Mara Torres, opinó que un paro nunca le hace bien a la educación, aunque redunde en mejoras salariales para el magisterio. Primero, porque el magisterio fiscal no es el único actor de la educación; segundo, porque la mejora salarial, por sí sola, no asegura mejor educación.

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Los estudiantes también se sumaron a las protestas. En el 2005 se  realizó un paro preventivo de 48 horas en la Sierra y Amazonía  por el  carné.

Para la UNE ese es el mecanismo que han tenido para reclamar por una mejor condición para los maestros. Mery Zamora, presidenta del gremio,  dijo que la UNE ha sobrevivido a 19 gobiernos que han intentado desaparecerla.

Ahora el gremio enfrenta un desafío que es la actual evaluación docente. Según Patricio Cajas, coordinador del Contrato Social en el Guayas, la evaluación es una oportunidad para los maestros, que no debe ser vista como una disputa ni un enfrentamiento. “Lamento que la UNE no haya manejado este tema desde un punto técnico y lo ha reducido a lo político”.

El especialista consideró  que el tema de la educación no solo se debe reducir a los maestros, sino como una obligación que compromete a toda la sociedad, dirigentes políticos, entre otros.

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Ernesto Álvarez
EX DIRIGENTE DE uNIÓN NACIONAL DE EDUCADORES (UNE)
“El problema es que no existe un Ministro de Educación  que haya sido maestro, que tenga visión y  entienda los problemas del sector”.

Patricio Cajas
coordinador del Contrato Social en el Guayas
“La evaluación es una oportunidad para los maestros, que no debe ser vista como una disputa ni un enfrentamiento”.