Karen López y su teléfono celular se han vuelto inseparables. "No solo me sirve para conversar con mis amigos sino para investigar en internet temas para la universidad", cuenta esta  estudiante de economía, quien considera a este aparato un producto indispensable para sus actividades cotidianas.

Como ella piensa el 86% de los ecuatorianos que poseen este producto, según una encuesta de  la consultora IPSA.  En esta se  determina que el 45% de los que no tienen celular también calificó como muy indispensable a la comunicación por telefonía móvil. 

Un servicio que ha ido creciendo a pasos agigantados desde que se entregaron las primeras concesiones a empresas telefónicas en el país, en 1993. Desde entonces el número de líneas ha ido creciendo hasta llegar  a  más de 11'278.000 a nivel nacional este año; es decir,  una penetración del 81,8%  de la población, de  acuerdo con la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones (Asetel).

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Pero esta expansión se ha convertido en una nueva amenaza contra el medio ambiente. "Los celulares tienen componentes muy contaminantes que pueden afectar a la tierra y las fuentes de agua, y por ello la salud humana. Además,  por no ser biodegradables, necesitan ser sometidos a un proceso para descomponerse", indica Roberto Calderón, representante de la compañía  Belmont en Ecuador. Desde el 2006 esta empresa  se encarga de acopiar los celulares en desuso que se recolectan a través de la campaña 'Reduce, Reutiliza y Recicla por la Vida' que promueve Porta y  Fundación Natura para minimizar el impacto ambiental. 

Los equipos recolectados son enviados a México y luego a Estados Unidos, donde se rescatan materiales como el cobre y la  plata, que luego se usan para hacer griferías;  y los plásticos, para crear otros accesorios. "No se vuelven a hacer celulares con estos materiales y aquellas partes que no se reciclan son almacenadas en celdas protectoras para evitar la contaminación", explica Calderón.

Gisella Raymond, vocera de Porta, señala que hasta ahora  en la campaña se han reciclado 14 mil móviles y accesorios a través de las ánforas que colocaron en sus 53 centros de atención al cliente del país y en universidades. El lunes anterior Movistar  inició un proceso similar, denominado Recíclame,  a través de la colocación de ánforas en sus agencias. El programa se ha aplicado en otros cinco países latinos, entre ellos Argentina, donde se han recuperado 2'100.000 baterías y 50.000 teléfonos en Colombia.

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Xavier Bustamante, presidente de Fundación Natura, resalta estas acciones privadas, pero considera que hace falta una política estatal para que esta campaña se extienda a nivel nacional. "Se ha puesto más énfasis en el reciclaje de otros desechos, pero hay mucho desconocimiento sobre el daño que causan los residuos electrónicos (celulares, computadoras, televisores, etc.)  que cada vez ocupan más espacio en la basura", asevera Bustamante.

Entidades ambientales indican que en el mundo hay 2.000 millones de usuarios de teléfonos móviles y que anualmente se arrojan a la basura 500 millones de estos. Aunque en Ecuador no hay una cifra  de cuántos móviles se desechan, la encuesta de la consultora IPSA revela que el 25% de personas ha cambiado dos veces su celular desde que el servicio se inició  en el país.  Un 21% lo hizo 3 veces; y el 14%,  más de 6, entre otros porcentajes. Pero apenas un 11% nunca lo ha cambiado.

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Este mismo estudio reporta que tras el robo (41%), la mayor  razón para cambiar de  móvil es porque el usuario quería un teléfono más moderno (21%) y solo un 5% porque este se dañó, entre otras motivaciones. 

Ante ello, empresas  internacionales, muchas de ellas en Estados Unidos,  han implementado proyectos de donación de celulares en desuso para que los reutilicen personas de escasos recursos y así aprovechar toda la vida útil de estos aparatos. Para  el director de Fundación Natura, aunque esta es una buena iniciativa,  considera muy difícil implementar un programa así en Ecuador . "Con la gran cantidad de robos a celulares en el país,  lo de la donación podría distorsionarse y más bien ayudar a que crezca  el mercado negro", expresa Bustamante. Por ello,  reitera que la mejor medida para disminuir el impacto ambiental es el reciclaje.

Unión Europea
En el 2006 la Unión Europea  obligó a los 5 mayores productores de celulares a eliminar materiales tóxicos en la fabricación de sus productos, especialmente las baterías de cadmio, que son altamente contaminantes.

Equipos verdes
Nokia creó un celular que funciona con energía solar y un móvil, cuyos materiales son reciclables en un   80%. Motorola presentó un teléfono hecho con botellas plásticas recicladas. Esos productos aún no llegan al país.

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Cifras

95%
de hogares cuentan al menos con un celular, según la encuesta de IPSA. Esta revela que mayores usuarios son los jóvenes de entre 18 y 29 años; el 91% de personas de ese grupo tiene el servicio. 

70%
de celulares que quedan en desuso pueden reutilizarse,  según la compañía estadounidense ReCellullar.

60%
del producto es el promedio mínimo que puede reciclarse y llegar hasta un 85%.