Los delincuentes tienen un gran ingenio para ocultar el alcaloide pero no pudieron vulnerar los operativos de control impuestos por la Policía Nacional en Tulcán (Carchi), fronteriza con Colombia.

Agentes antinarcóticos incautaron más de 10 kilos de clorhidrato de cocaína y 16 de marihuana que estaban camufladas en aerosoles, sobres, cajas de cartón y zapatos que quisieron ingresar al país.

Héctor Mejía, comandante de la Policía del Carchi, sostuvo que la sustancia tenía como origen Ipiales, Colombia, y como destino España.

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"Se detuvo a un supuesto guardia de seguridad junto con el decomiso de su arma", dijo en Ecuavisa.

Además, se decomisó un vehículo avaluado en más de 70 mil dólares porque sus placas no coincidían con las del chasis.

"Se confirmó las placas en el sistema y se determinó que no coincidían", finalizó Mejía.