“Ha pasado un año y todo sigue igual”. Pedro Subía retiene las lágrimas. Afirma que no hay detenidos, que ninguna autoridad ha sido acusada, que los afectados no han recibido ni un centavo por indemnización y que, para colmo, la cultura rockera aún tiene que soportar la marginación.

Su hijo, Diego Subía (de la banda Zepelium), fue una de las 19 víctimas mortales que dejó el incendio ocurrido el 19 de abril del año pasado en la discoteca The Factory, mientras se realizaba un concierto gótico.

“Cada día que pasa se lo extraña más a mi hijo”, se lamenta Subía. Para enfrentar el dolor, todos los deudos y las víctimas que sobrevivieron al incendio  formaron la Fundación Factory A-19, que busca el cambio de políticas para que los artistas alternativos puedan acceder a espacios públicos y la difusión de sus actividades sea segura.

Publicidad

Ernesto Machado, presidente de la organización, anunció ayer que tomarán medidas judiciales en contra de la Administración Zonal Sur del Municipio de Quito, de la Intendencia de Pichincha, la Policía y del Cuerpo de Bomberos.

Machado acusa a esas autoridades de negligentes pues, según él, dieron permisos de funcionamiento a la discoteca sin realizar inspecciones para determinar si cumplían las normas de seguridad.

A pesar de ello, fustiga Machado, ningún funcionario fue acusado por la Fiscalía.

Publicidad

Esta dependencia culpó de homicidio inintencional a seis personas: Paúl Jauregui y Ricardo Loor,  dueños de la discoteca; Margarita Cajo y  Edwin Mena, organizadores del concierto; Gabriel Riera Izurieta, de la banda Vendimia, quien en un video apareció lanzando una bengala; y Olmes Nogales, organizador del show Vendimia.

El 29 de enero pasado, el juez Primero de lo Penal, Guillermo Solís, llamó a juicio solo a  Cajo, quien se encuentra prófuga, y a  Riera, quien obtuvo la  libertad bajo fianza.

Publicidad

Ante esta decisión, el fiscal Patricio Navarrete pidió la apelación. El caso se encuentra en la Segunda Sala Penal de la Corte Provincial de Pichincha, desde el 25 de febrero pasado.

Al fracaso en el proceso judicial se suma que no existe apertura para la difusión de la cultura rockera, afirma Felipe Ogaz, de la organización Diabluma, quien también pertenece a Factory A-19.

De acuerdo con Ogaz, las políticas públicas están diseñadas para dar cabida a los conciertos comerciales, no para los culturales, como los de rock.

“Como los grupos no tienen para pagar como las grandes empresas, tienen que meterse en lugares inseguros, como pasó en Factory. Eso todavía se da”, denunció Ogaz.

Publicidad

Los organizadores de conciertos rockeros revelaron el año pasado, pocos días después de la tragedia, que regularmente para estos eventos tienen que utilizar galpones, garajes y casas barriales.

El concierto
Desde las 09:00 de hoy se realiza un concierto en conmemoración de la tragedia, en el Parque de la Mujer (norte de Quito). Se presentan Zepelium, Basca, Metamorfosis, Necrótika, Entre, Naagrum, Nosferatu Dark, Embale, Borgia, Amazon y Aztra.

Otra tragedia
Los afectados en la tragedia ocurrida en la discoteca bonaerense Cromañón –donde fallecieron 194 jóvenes en un incendio, el 30 de diciembre del 2004– compartieron su experiencia con la Fundación Factory A-19 en dos foros, esta semana.