La crisis también se siente en negocios regentados por inmigrantes ecuatorianos, que han visto cómo su facturación declina en la medida  que se agrava la crisis económica.

Así, la figura del inmigrante emprendedor –que ha sido destacada en diferentes estudios realizados por cajas de ahorro de España–  se encuentra en peligro, especialmente en estos tiempos en que la deflación, la caída del consumo y el desempleo empiezan a hacer estragos en la economía española.

José Álvarez, propietario de un bar al que bautizó San Vicente en honor a su tierra natal, en Manabí, está preocupado por la situación, “porque la cosa no ha hecho más que empeorar y es imposible pronosticar cuándo mejorará la economía”.

Publicidad

Comenta que las ventas han caído el 50% y no hay síntomas de mejora”, explica Álvarez, quien instaló su bar hace poco más de tres años en las calles Ramón y Cajal de la ciudad de L’Hospitalet, en el sur de Barcelona.

Lo cierto es que el negocio de Álvarez comenzó a resentirse a raíz del cierre de una inmobiliaria y empresa de construcción que funcionaba a pocos metros de su local, y que fue una de las víctimas de la crisis del ladrillo.

Recuerda que en aquella empresa trabajaban alrededor de 40 ecuatorianos que diariamente comían en su bar. Además, muchos de ellos también acudían al negocio los fines de semana, pero acompañados por la familia.

Publicidad

“Cuando cerró la empresa la gente desapareció. Muchos están en el paro (desempleo) y otros han conseguido otro empleo lejos de aquí o han vuelto a Ecuador”, comenta.

Una situación parecida se vive en El Rondador, uno de los restaurantes de comida ecuatoriana más antiguos de Barcelona, ya que funciona en España  desde hace una década, justo cuando empezó el éxodo de ecuatorianos a España. “Sí, aquí ha disminuido el negocio el 40%”, confirma Fanny Cevallos, empleada del local.

Publicidad

“La gente venía de forma masiva a comer, pero ahora el restaurante no se llena pese a las promociones que realizamos para incentivar el consumo”, explica la dependiente, al tiempo que muestra la puerta del local, una vidriera de dos metros de altura por tres de ancho, en la que se puede leer una lista de platos con sus respectivos precios rebajados.

“Antes por el menú (almuerzo) cobrábamos 8 euros (10,56 dólares)  sin postre. Ahora vale 7 euros (9,24 dólares) y con postre. Recuerdo que los clientes no se fijaban  en los precios, pero actualmente prefieren consumir los platos más económicos”, agrega.

Alfredo Cedeño, presidente de la Federación de Entidades Ecuatorianas en Cataluña, confirma que los negocios creados por  inmigrantes tienen muchos inconvenientes para subsistir. Incluso, dentro de su organización –aunque sin dar cifras precisas– estima que el 40% de  locales regentados por extranjeros cerró en el último año.

“Tienen problemas los restaurantes y las tiendas de alimentación porque no hay ventas. No hay que olvidar que muchos compatriotas se encuentran sin trabajo, y por tal razón, ya no tienen capacidad de compra”, explica.

Publicidad

Cedeño dice que la crisis en el sector de la construcción ha afectado la estabilidad de los ecuatorianos, ya que gran parte de ellos se dedicaban a la albañilería. Así, mucha gente se encuentra en el desempleo desde hace mucho tiempo.

Según el Ministerio de Trabajo e Inmigración, 421.527 ecuatorianos residen en España, de los cuales, 352.008 tienen entre 16 y 64 años, es decir, que  están en edad laboral. Sin embargo, de estos, 44.927 reciben subsidio por desempleo.

Detalles
Sin empleo