CAN aprobó salvaguardia de Ecuador, pese a quejas

La Comunidad Andina (CAN) autorizó a Ecuador la aplicación de salvaguardias a sus importaciones, pero sin la eliminación de las preferencias que gozan sus socios Perú, Colombia y Bolivia frente a terceros, reportó ayer el organismo.

El gobierno de Quito había amenazado con abandonar la comunidad si el organismo regional aprobaba represalias a su decisión de restringir desde enero pasado las importaciones, como lo habían solicitado sus socios andinos.

La CAN indicó  que la decisión se dio tras una investigación y autorizó las salvaguardias hasta el 31 de enero del 2010.

Existieron motivos razonables para temer efectos potencialmente riesgosos para la economía del Ecuador, principalmente por causa de la caída de las remesas de los emigrantes, la caída significativa del precio del petróleo, el descenso de las exportaciones petroleras y las depreciaciones de las monedas de varios socios comerciales, dijo la CAN.

Además, “quedó demostrada la situación de desequilibrio de la balanza de pagos global del Ecuador”, agregó.

El presidente Rafael Correa decidió limitar en enero la importación de unos 627 productos, mediante aumento de aranceles y fijación de cupos, en un intento por paliar los efectos de la crisis mundial en su economía dolarizada.

La medida ecuatoriana molestó a Colombia, Perú y Bolivia, cuyos gobiernos y sectores exportadores pidieron a la CAN adoptar medidas para neutralizar los efectos en sus economías, que causarían pérdidas.

Perú anunció que trabaja en un plan de contingencia para el caso de que su vecino Ecuador mantenga las restricciones a su comercio, que según Lima afecta a los pequeños empresarios exportadores peruanos. “Buscamos una solución negociada (con Ecuador), no queremos llegar a la retaliación comercial, estamos evitando eso porque entendemos su problema, pero debemos ayudarnos mutuamente a salir de la crisis”, dijo la ministra peruana de Comercio Exterior, Mercedes Aráoz.

La crisis mundial y la caída de los precios del crudo han disminuido los ingresos fiscales de Ecuador, amenazando con afectar la balanza de pagos.