Apenas 45 soldados laboran en la actualidad en el Centro de Operaciones de Avanzada de los Estados Unidos (FOL, por sus siglas en inglés), ubicado en el interior de la base aérea Eloy Alfaro de Manta.

Esto representa el 20% del personal permitido en el convenio firmado entre la nación norteamericana y Ecuador, que estipulaba la presencia de hasta 250 soldados en la base ecuatoriana, como parte de un programa de detección de drogas en la costa del Pacífico.

Pero no solo se ha reducido el personal, aseguró Jared Curtis, jefe del FOL en Manta, pues también la presencia de aviones en la base militar también se limitó a dos.

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“Continuamos con nuestras misiones normales; entre las primeras medidas que adoptaremos antes de dejar el FOL será dejar de volar primero y luego esperar lo que están definiendo en Washington nuestros jefes”, relató Curtis.

Lo que el oficial norteamericano reiteró es que saldrán antes de la fecha permitida en Ecuador (12 de noviembre del 2009), pero que el día definitivo aún está por determinarse.

Sobre los equipos contra incendios que tiene la FOL en el aeropuerto Eloy Alfaro de Manta, lo que le ha permitido a esta terminal aérea mantener la categoría 10 de seguridad, señaló que es otro punto que se encuentra en análisis, aunque recalcó que los equipos también son requeridos en otras bases norteamericanas ubicadas en otros países.

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Jorge Álava, director de la Corporación Aeroportuaria de Manta (Corpam), manifestó que los equipos que presta el FOL se mantendrán hasta julio, pero que están  cotizando la adquisición de otros para que una vez que se retiren los que facilita Estados Unidos, no se pierda la categoría 10 que ostenta internacionalmente el aeropuerto de Manta.

Curtis advirtió que la salida del FOL no significará la suspensión de la ayuda humanitaria. Precisamente el  viernes pasado, 50 niños de la guardería San Rafael, de la parroquia Colón (ubicada a 7 kilómetros al suroeste del cantón Portoviejo), recibieron  implementos de  funcionarios de este puesto  estadounidense de Manta, los que suman un  egreso cercano a los seis mil dólares.

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“Este es un programa de asistencia que provee el Comando Sur de los Estados Unidos, que lo realizamos con  nuestros socios y amigos, y ahora estamos entregando cunas, colchones, una refrigeradora y otros equipos”, resaltó.