Los tiempos de globalización mundial, y de crisis financiera en Ecuador en particular, nos llevan a la pregunta de cómo encontrar la solución. Se trata del caso mundial en que la respuesta involucra tantos factores y de tan distinta naturaleza, que es muy difícil, casi imposible, que los actores lleguen a ponerse de acuerdo en los remedios.

La globalización, se podría decir, es producto del adelanto tecnológico de la actualidad, en que la velocidad devora las distancias. Con la síntesis entre velocidad e información el mundo cambia, cada día: hoy lo blanco se hizo negro.

El cambio es para todos y en la medida que sepamos interpretarlo, nos beneficiaremos, y como es cambio de poder lo que hoy estuvo aquí, mañana puede estar allá.

La complejidad acompañará al cambio. Rara vez el cambio se produce en vertical; razón por la cual los ejecutivos de empresas y otras instituciones deben permanecer muy alertas y sensibles a los cambios que pudieran darse.

Los cambios más sustanciales se van a dar en el comercio exterior: cambiarán los tiempos desde el momento en que se coloque el pedido hasta el momento de la entrega y pagos. Todos los mecanismos, procesos y procedimientos habrán de adaptarse a los nuevos tiempos. La banca y las aduanas que son las que más tiempo toman en comercio exterior deberán revisar el proceso.

Los más grandes desafíos para el empresario del futuro estarán precisamente en el costo y en los tiempos que toman las transacciones. El menor tiempo posible será la gran preocupación del futuro dentro de los procesos industriales y comerciales. ¿Se ha pensado algo acerca del cambio que sufrió la creación de riqueza con la transportación, desde que se la hacía en barco de vela hasta que se la hace en grandes cargueros por mar, tierra y aire?

Como el proceso de globalización conlleva cambio en una serie de metodologías, muchos países en razón de sus productos y su geografía sufrirán un serio proceso de cambio y transformación, en razón, también, de los grandes activos que los ejecutivos tendrán que manejar.

La globalización ya no es un mito. En todas las conferencias internacionales es materia de ponencias. Es una nueva materia que habrá de enseñarse en la universidad.

Es además, un desafío para los nuevos profesionales, cuya carrera está en el Comercio Exterior.

Hay una ruptura entre pasado y presente desde que terminó la Segunda Guerra Mundial y se acentúo con la visibilidad del terrorismo al derribar las Torres Gemelas.

El terrorismo es la nueva fuerza en asocio con el narcotráfico, representan, eso sí, un obstáculo para la globalización por el manejo invisible del dinero y otros factores.