El tiempo que los médicos, autorizados por la Red de Protección Social del Ministerio de Inclusión Económica y Social, utilizan en sus consultas habituales ahora se ve redoblado. Esto porque son  los encargados de revisar las numerosas carpetas que llegan de  pacientes que aspiran a ingresar al sistema de gratuidad que cubre los gastos de   enfermedades catastróficas.