Las quemaduras de la inquilina Pamela Villagómez, provocadas por las esquirlas de una bala aún no se curan. Ella y la familia Pilamunga-Arana viven en zozobra desde la madrugada del martes, cuando la casa donde habitan en la cdla. Primavera II del cantón Durán fue abaleada por desconocidos.