LFC repartió sus bienes en vida

En varias entrevistas de televisión y prensa difundidas en los días posteriores a su muerte por cáncer pulmonar, hace ya un mes, el ex mandatario León Febres-Cordero indicaba que había traspasado la mayoría de sus bienes a sus cuatro hijas: María Fernanda, María Eugenia, Liliana y Mariuxi, cuando asumió la Presidencia de la República, hace casi 25 años.

Se refería a sus casas en Urdesa (Guayaquil) y Salinas (Santa Elena), la finca en El Cortijo (Samborondón) y el departamento en la zona de Coconut Groove de Miami (Estados Unidos); y al paquete de acciones de la empresa Ecuasal.

De ahí que Febres-Cordero no haya dejado testamento, según cuentan algunos de sus amigos, quienes advierten que él vivía austeramente, sin lujos, pese a que fue gerente de las empresas del magnate bananero Luis Noboa Naranjo.

Su familia prefirió no hacer comentarios sobre la distribución de los bienes de LFC.

A enero del 2003, sin embargo, estos estaban valorados en cerca de $ 3 millones, según la declaración juramentada de bienes que presentó a la Contraloría General del Estado al posesionarse como diputado.

En el documento, el líder socialcristiano declaraba poseer cuentas  en Ecuador y Estados Unidos en conjunto con su esposa, Cruz María Massuh, el hijo de esta en su primer matrimonio, César Naveda, o sus cuatro hijas; vehículos como camionetas doble cabina Ford, Chevrolet y Nissan, un tractor y un jeep (en El Cortijo); además de dos autos  Jaguar y un jeep Ford Explorer, en Miami; enseres y ganado.

A medida que su estado de salud se deterioraba empezó a vender algunas de sus pertenencias. Así, por ejemplo, ya no conservaba los Jaguar de Miami porque ya no solía viajar a esa ciudad por largos periodos, solo acudía a realizarse chequeos médicos.

En el caso de las cuentas bancarias, si a la fecha de su fallecimiento LFC aún las mantenía, estas pasaron a manos de sus otros titulares (sus hijas y su esposa), explican abogados consultados por este Diario.

Amigos de la familia señalaron que LFC posiblemente distribuyó esos fondos al retirarse de la política en el 2006.

La crianza de caballos de paso no solo era la mayor afición del ex mandatario sino un negocio importante.

En la declaración de bienes, indica que poseía 55 cabezas de ganado caballar puro valoradas en $ 165 mil. Cada ejemplar puede costar desde $ 2.000, aunque Marcial, su caballo favorito, tiene un “valor incalculable”, dicen sus amigos.

LFC manejaba el dinero proveniente de la compra y venta de los animales (para concursos y exposiciones) a través de una cuenta en el Union Planters Bank, con un saldo promedio de $ 20 mil; esta estaba a nombre del criadero de caballos El Cortijo. También a nombre de la hacienda tenía un certificado de depósitos a plazo en el Banco Bolivariano por $ 40 mil.

Durante los últimos seis meses, cuando su estado de salud se complicó, LFC delegó la administración de El Cortijo a su nieto León Bjarner Febres-Cordero, con quien compartía el gusto por esa actividad.

Tras el fallecimiento de su abuelo, el joven está “a prueba” en la gerencia de la finca, que alterna con el estudio de la carrera de derecho en la Universidad Católica de Guayaquil.

En el libro Madera de guerrero, editado por David Wong en el 2006, el ex alcalde de Guayaquil cuenta que también crió perros de raza, como gran danés, dogo alemán, boxers y bullmastiffs; de estos últimos poseía tres al momento de su muerte.

Más datos: HOMENAJES PÓSTUMOS
Misas
Al cumplirse un mes de la muerte del ex mandatario León Febres-Cordero, la familia celebrará mañana dos misas.

En Guayaquil
Una será en la Catedral de Guayaquil, a las 12:00. A esta asistirán los amigos de la ciudad y la familia.

En Quito
Otra se oficiará en la Basílica del Voto Nacional, en Quito. En ella participarán los amigos y militantes del Partido Social Cristiano (PSC) de la capital que no puedan viajar a Guayaquil.

Asamblea
En la asamblea del partido, el 25 de enero próximo, habrá un homenaje póstumo a LFC.

DVD
En las calles de Guayaquil ya se venden DVD con recopilaciones de entrevistas difundidas tras su muerte.