El viernes de la semana pasada EL UNIVERSO publicó un reportaje en el que informó que el Gobierno gastó 17 millones de dólares en publicidad oficial durante el 2008.

La noticia provocó el enojo del Presidente de la República, que en su programa del sábado, entre ofensas y burlas, desafió a este Diario a que aclare si desea seguir recibiendo publicidad oficial.

Es la primera vez que el Primer Mandatario reconoce abiertamente que está dispuesto a utilizar la pauta publicitaria del Estado no con criterios técnicos sino como instrumento de presión contra los que difundan información que no le agrada. Otros gobiernos, incluyendo dictaduras, intentaron lo mismo sin conseguirlo.

Publicidad

Es el pasado que el pueblo repudió en las urnas y que, por lo visto, este Gobierno está dispuesto a resucitar.

El Presidente se jacta de encabezar un régimen transparente, pero en la práctica no quiere que se informe cómo se gasta el dinero de los ciudadanos.

De todos modos, la advertencia del Presidente era innecesaria porque desde hace algunos meses, como nuestros lectores habrán podido advertir, el Gobierno de la Revolución Ciudadana ha ido retirando la publicidad oficial de las páginas de EL UNIVERSO. El ejemplo más reciente ocurrió cuando el Director Ejecutivo de la CTG consiguió que se retire una obra de arte que le disgustó de una exposición en la Universidad Católica de Guayaquil.

Publicidad

Luego de que el Diario difundió esa noticia, se nos informó que la institución suspendía su publicidad en este medio, aunque se la siguió pautando en otros.

Por último, no somos nosotros los que debemos contestar si el Gobierno publicará su publicidad en este Diario. La responsabilidad de cómo gastar los dineros públicos es del Gobierno. Pero sin importar qué resolución adopte, la línea editorial de EL UNIVERSO, de informar objetivamente para servir a los lectores y al país, no cambiará.

Publicidad

Plata para la campaña

El Gobierno sigue anunciando medidas para disponer de fondos públicos en el corto plazo. La campaña electoral ya comenzó y seguramente le hacen falta recursos a la Revolución Ciudadana para seguir repartiendo dádivas a cambio de votos.

La opinión pública hizo retroceder el intento de meter la mano en el fondo de liquidez de los bancos privados, pero en cambio el régimen sí pudo imponer su voluntad de utilizar los fondos de inversión del IESS. Ahora, además, todos los recursos de los municipios del país se concentrarán en una sola cuenta en el Banco Central del Estado. Según el Gobierno, esto no afectará la actividad de los municipios; pero no es así. En un periodo de vacas gordas el dinero abunda y nadie se queda sin su parte; pero cuando hay escasez, como ahora, lo que seguramente ocurrirá es que en algún momento los cabildos recibirán la mala noticia de que el Estado central tomó una porción de sus recursos y no tiene con qué devolverles.

“Gobiernos anteriores hicieron lo mismo”, ha dicho el Presidente a manera de excusa al referirse a cómo dispuso de los fondos del IESS. Olvida que el país ha repudiado el pasado y no quiere que se repita.