Así lo relataron testigos de algunos de los 91 crímenes violentos ocurridos desde enero del presente año hasta la fecha en estos cantones.

Ante ello la Policía prepara un proyecto piloto que consiste en que los conductores de motos y motocicletas porten una identificación y chaleco fosforescente en el que se distinga el número de placa de su vehículo.

Jorge Zambrano, alcalde de Manta, dijo que la medida será obligatoria una vez que se apruebe la ordenanza que se aspira a promulgar hasta fin de año.

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Por lo general, nunca se identifica el número de la matrícula de la moto, y en otros casos, solo se determina color y marca.

La Policía Judicial cuenta con un registro de las herramientas que utilizaron los sicarios al cometer algún asesinato.

Se determinó que en el 55% de los casos presentados este año, los criminales utilizaron como medio de movilización a las motocicletas.

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Con ese antecedente se aplicará un proyecto piloto que consiste en que los conductores de motos y motocicletas deberán portar una identificación y  chaleco fosforescente en el que se distinga el número de placa de su vehículo.

Juan Ruales, comandante de la Policía de Manta, manifiesta que con el plan se busca identificar a quienes conduzcan las motocicletas, y así impedir que estas unidades  sigan como  el medio de escape de los delincuentes.

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“En el chaleco y  el casco que utilicen las personas tendrán que poner el número de placa de su moto”, dice Ruales.

Jorge Zambrano, alcalde de Manta, asevera que la medida será obligatoria una vez que se apruebe la ordenanza municipal que se aspira a promulgar hasta fin de año.

Los propietarios de las motos recibirán los chalecos que entregará la Municipalidad.

En la etapa inicial se distribuirán mil de los chalecos, aunque se estima que en la región entregarán 15 mil.

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Según la ordenanza, los motociclistas deberán usar chalecos con el número de placa de las motos en el pecho, la espalda y en el casco. El costo de estos materiales oscilará entre  25 y 30 dólares. Lo que aún está en estudio es el mecanismo de financiamiento de las unidades.

“Lo haría por el bien de la ciudad, aunque creo que deberían regalarnos y no aumentar el precio de la matrícula para financiar los chalecos, porque eso hará que haya más motos ilegales”, piensa Rodrigo Zambrano, quien posee una moto y administra un local donde se venden estos automotores.

La falta de cultura para matricular las motos hace que solo el 20% de las 15 mil existentes estén legalizadas.

La Subjefatura de Tránsito registra que en el 2007 se asignaron 1.833 matrículas a motos y motocicletas.