David Viteri, ecuatoriano, recuerda que cuando llegó a Italia, hace dos años, fue la escuela y el contacto con sus nuevos compañeritos de clase los que le abrieron paso a su integración en este país. Actualmente Davide –nombre italianizado– tiene 12 años y escucha con preocupación los cambios anunciados para los que como él pertenecen al grupo de estudiantes hijos de inmigrantes.

Las familias de ecuatorianos, peruanos, marroquíes, albaneses y más extranjeros en general que residen en Italia con hijos en edad escolar o que piensan traerlos por medio de la reagrupación familiar, están contrariados por una propuesta de los senadores de la Liga Norte que cambiaría el sistema de aprendizaje para los niños o adolescentes no italianos que por primera vez ingresen a un centro educativo.

La moción ligüista consiste en separar en aulas distintas a los alumnos extracomunitarios (que no pertenecen a la Comunidad Europea) y a los italianos “hasta que los primeros conozcan correctamente el idioma”, considerado como primer paso de integración para los aliados del gobierno, y tocará a este último decidir qué mecanismos adoptará y desde cuándo regiría el nuevo decreto.

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Como primer paso se habla de someter a los aspirantes a la escuela a un test para saber su grado de conocimiento del idioma italiano. Si no supera la prueba iría directamente a las “aulas puentes” creadas para enseñanza de la lengua,  costumbres y cultura de este país europeo, antes de  ingresar a las aulas permanentes.

“De esta forma en lugar de integrar van a desintegrar porque se crearán dos niveles de clase:  los que saben y los que no saben, sin contar que de esta manera se acentuarán las diferencias raciales que no deben convivir con la niñez”, expresa Lucía Monteverde, madre de David, residentes en Génova.

Mientras que Ricardo Ortiz, padre de familia y albañil de profesión, ironiza que si dejan pasar este sistema más adelante “harán clases separadas por el color de la piel, del cabello o por preferencias en los deportes, en fin, por cosas absurdas”.

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En tanto que el jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi, se declara a favor de la posibilidad de crear “las clases puentes porque enseñar aritmética o historia a chicos que no hablan ni entienden el italiano, sino diez lenguas distintas, es prácticamente imposible”, sostuvo y precisó que  los mismos educadores han denunciado esta situación.

“Esto no es racismo, es actuar con buen sentido, es parte de la integración, es un método de estudio que se lo hace en otros países de Europa”, expresa Berlusconi.

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Por su parte, la oposición, sindicatos y el sector católico se  declaran contrarios a la propuesta por considerarla “intolerable e incivil” y piden una “pausa de reflexión”.  “Es verdad que para los menores extranjeros existe la necesidad de un refuerzo idiomático, pero este debe incluirse en la programación de actividades dándoles la oportunidad de integrarse naturalmente sin discriminación”, opina Fabio Sturani, vicepresidente de la asociación de las alcaldías italianas.

DETALLES: Alumnado en las escuelas

Año lectivo
700 mil alumnos no italianos,  entre niños y adolescentes llegados del extranjero y nacidos y criados en este país por padres inmigrantes, cursan el presente año escolar 2008-2009.

Proyecciones
En el 2011, los alumnos extranjeros superarán el millón, señalan proyecciones del Ministerio de Educación.

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Idiomas
En las escuelas del norte de Italia se hablan diez lenguas.

Ecuatorianos
En el 2005, de 6.286 alumnos no italianos inscritos en las escuelas genovesas, la mitad era de Ecuador.