El deslizamiento de las graderías metálicas de la general del estadio Francisco Segura del Guayaquil Tenis Club (GTC) ocasionó susto y una decena de contusos, que  miraban ayer el partido entre Guillermo Cañas y Máximo González, durante la jornada  del Challenger.

El incidente se produjo sobre las 20:40, cuando se jugaba el tie break  del segundo set. “De repente oí un traqueteo de la base, en ese momento todos nos asustamos; luego hubo un segundo sonido más fuerte y fue allí cuando la parte central de las gradas se hundió”, contó un aficionado que agradeció que el hecho no haya sido peor.

“Sentimos como un temblor y luego nos caímos lentamente. Creo que eso fue lo que felizmente nos protegió de algo mayor y nos alcanzamos a cuidar entre todos”, contó Carlos Aguirre, quien antes de irse a casa advirtió: “Deslindo de responsabilidades a los organizadores. Son cosas que ocurren. Tengo cuatro años viniendo al torneo y siempre he visto que hay seguridades”.

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No reclamará
Cruz María Montesdeoca aseguró que no presentará ningún reclamo, aunque pidió que “se dé mantenimiento y se haga una revisión a estas estructuras antes de las programaciones”.

Andrés Gómez, director del Challenger, anticipó que “pediremos un informe a las personas que se encargaron de armar las gradas que son de la Fedeguayas. Son estructuras que dan la vuelta en diversos torneos y eventos. No sabemos qué sucedió y no había tanta gente como para decir que fue por eso”.

Los graderíos fueron instalados  para el torneo sobre la cancha de arcilla. Las bases, pegadas al suelo con topes de madera y tornillos, se deformaron porque algunos de los pilares se desprendieron de la tierra.

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Gómez ratificó que la general quedó clausurada. Esa localidad tenía capacidad para 800 personas (20 filas), aunque al momento del deslizamiento estaba copada en menos de la mitad del aforo.

Los golpeados fueron rápidamente atendidos por el personal de primeros auxilios de la organización, y rescatistas y médicos del Cuerpo de Bomberos que acudieron tras el llamado de urgencia. También colaboraron los doctores del Challenger y otros especialistas que estaban entre los espectadores y prestaron su apoyo.

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A algunos de los afectados que no tuvieron mayores complicaciones se les pasó el susto y decidieron quedarse para ver el partido estelar entre los ecuatorianos Nicolás Lapentti y Julio Campozano.