Como “Nueva York al lado de Calcuta” calificó ayer el presidente Rafael Correa a la ciudad de Guayaquil, durante su enlace radial transmitido desde Esmeraldas, y dijo que el 80% de los túneles  San Eduardo los pagó el Gobierno central.

“¿Qué era más importante: los túneles de San Eduardo (...) o el puente sobre el río Esmeraldas, que lo ha estado esperando Esmeraldas hace 50 años?”, preguntó el Presidente ante un público que le aplaudía, y explicó que ambas obras cuestan exactamente lo mismo ($ 45 millones), pero no ha existido un modelo de priorización de obras a nivel nacional.

Esta vez Correa aludió también a la administración capitalina. “Ojalá entiendan los alcaldes de Guayaquil y de Quito, al que respeto mucho, que por el bien de todos, por el bien de Quito y Guayaquil,  necesitamos más justicia regional”, señaló y agregó que desde los años noventa el Estado ha contraído deuda externa por un monto de $ 600 millones para financiar proyectos de ambas ciudades.

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También criticó el mecanismo de donación del 25% del impuesto a la renta, con el que, dijo, fue financiado el malecón Simón Bolívar, y afirmó que en cualquier país del mundo ese impuesto es del Gobierno.

Si hubiera habido un desarrollo armónico a nivel de país no hubiera tanta migración a Guayaquil, no hubiera los grandes sectores suburbanos y tal vez los túneles no fueran tan necesarios y el nivel de seguridad en Guayaquil fuera mucho más alto”, dijo el Presidente, quien además de remedar al alcalde Jaime Nebot, llamó “tipejo” a su asesor José Herrería.

“¿Cuál modelo de desarrollo económico exitoso?, si el modelo de desarrollo ha sido levantar el teléfono y (decir) dame plata”, insistió Correa.

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Pero también enfiló sus regaños públicos contra la cartera de Gobierno, por no haber dado éxitos a la revolución ciudadana en el tema de seguridad, y a la Marina, por no tener listos los muelles para albergar las lanchas rápidas –para combatir el coyotaje y otros ilícitos– que siguen en tierra.

Además, dijo que se establecerá un mecanismo para no explotar el Bloque Petrolero ITT, en el Parque Nacional Yasuní.